Cataluña en un diálogo de sordos

Madrid

Catalunya en el eje del debate político. Despejada la incógnita de la secretaría general del Partido Socialista, a la espera del Congreso y de que se defina lo que quiere ser el PSOE, Catalunya vuelve a la primera línea. Esta ha sido la semana en la que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha tensado la cuerda hasta el límite. Ultimátum en forma de conferencia desde la misma Plaza de Cibeles de Madrid. O negociamos el referéndum, le vino a decir a Mariano Rajoy, o lo próximo que negociaremos serán los términos del divorcio. Luego se lo dijo por carta y Rajoy le respondió un ‘no’ como una casa.

Hasta aquí, todo siguiendo el guion escrito hasta ahora, pero luego están el resto de partidos. Podemos, con una moción de censura abocada al fracaso, parece que quiere ganarse el favor de los independentistas, quizás para no quedarse solo en la votación, y hoy dice Pablo Iglesias que respalda un referéndum unilateral en Catalunya, como una movilización legítima, así lo llama, aunque sin carácter vinculante.

Y aprovecha para apretar a Pedro Sánchez, le dice que un pacto PSOE-Podemos para desalojar a Mariano Rajoy pasa por pactar con los nacionalistas e incluir el referéndum en Catalunya. Y Pedro Sánchez, que en sus enmiendas a la ponencia que preparó Eduardo Madina para el PSOE introduce la plurinacionalidad de España. Y el PP, que le pide a Pedro Sánchez que aclare qué quiere decir con esto.

Catalunya en el eje del debate político en un diálogo de sordos donde cada uno va a lo suyo.