Atentados como materia de especulación electoral

Emmanuel Macron y Angela Merkel han liderado la reacción de Europa contra Trump por retirarse de los acuerdos de París y el gobierno español pasa de puntillas sobre el tema, siempre temeroso de ofender a los Estados Unidos. Rajoy anunció mayor presencia e influencia en Europa y en el primer envite de calado opta por la discreción. Es perfectamente coherente con la posición del PP desde Aznar, tanto en materia de política internacional como de medio ambiente. La fuerza de España en Europa, según la doctrina del expresidente, es ser correa de transmisión de los Estados Unidos, ejerciendo de aliado fiel capaz de dividir la Unión a su servicio, como ocurrió cuando la guerra de Irak. Y en cuanto al cambio climático conocida es la desconfianza de Aznar y del propio Rajoy respecto a una cuestión que siempre han considerado sospechosa de pérfido progresismo. Por si había dudas, el gobierno español prepara un regalo para Trump: la compra de 60 F-35 estadounidenses, que el ejército prefiere al caza europeo Eurofighter.

La oposición promueve una comisión de investigación sobre la corrupción del PP y sus dirigentes ponen perfil de víctimas: “la inquisición hace tiempo que desapareció de España”, dice Maíllo. ¿Cuántos casos más será necesario que salgan a la luz para que el PP entienda que tiene un problema de corrupción estructural? En la medida en que no ha asumido las responsabilidades políticas ni ha emprendido las acciones adecuadas para resolverlo, es perfectamente legítimo que la oposición pida explicaciones. Pero el PP pretende “actuar en positivo” es decir, olvidarse del pasado. Misión imposible mientras siga el carrusel en los juzgados. El pasado es hoy.

Resulta obsceno que los políticos conviertan un atentado en materia de especulación electoral. Se equivocó Theresa May con una declaración sobre el atentado en que la candidata desplazó a la primera ministra. Y se ha equivocado Jeremy Corbin pidiendo ahora la dimisión de Theresa May. Mientras los políticos juegan la carta del miedo porque creen que les da dividendos, son los ciudadanos los que defienden la normalidad. La masiva asistencia al recital de Ariana Grande en recuerdo de las víctimas del atentado de Manchester es una emocionante demostración de resistencia democrática.