Otro recuerdo, olvidado, del 15-J

Del PSOE y su fin de semana ya habrá tiempo de hablar. Vayamos al aniversario del 15-J del que tanta noticia hemos tenido esta semana. Escribió este Ojo en una reencarnación anterior lo siguiente: Quieren vender los nuevos y vírgenes profetas de la democracia que aquella transición desde el franquismo no fue otra cosa que un chanchullo, un gatuperio o un cambalache entre sinvergüenzas franquistas y sinvergüenzas más modernos, que robaron la libertad y el auténtico poder de representación a ese pueblo al que una vez más engañaron.

Pero también recordaba que aquella denostada engañifa se llevó la vida de casi 600 personas, sacrificadas por la violencia asesina de quienes querían frenar ese proceso, desde un lado y su contrario. Olvidan, además, que entonces, como ahora, ni las urnas ni la calle acompañaron a los carbonarios.

Se impuso la reforma por la fuerza de los votos, expresión libre del pueblo, y fracasó la ruptura -tan idealizada por los nuevos profetas revolucionarios- porque nadie siguió a quienes apostaban por acabar con la dictadura a sangre y fuego. Aquello, queridos míos, no fue un alegre jijí jajá. ETA y Grapo asesinaron a casi 400 personas, mientras la policía o la extrema derecha liquidaban a otros 130 ciudadanos. ¿Y ustedes se ríen de ellos? Lávense la boca antes de hablar de los muertos de Vitoria, de Atocha o de Montejurra.