¿Decisión con conocimiento?

Madrid

Alrededor de 300.000 estudiantes se han presentado a la selectividad. Hace tres semanas los observamos con lupa y ahora ya nos hemos olvidado de ellos, justo cuando están tomando la decisión más importante de su vida. La inmensa mayoría habrá aprobado, pero no todos podrán acceder a la universidad o a los estudios deseados. Algunos, después de pasar 15 años en un pupitre, podrán quedarse colgados por una milésima. Y de los que entren, uno de cada cinco abandonará en el primer curso universitario, la verdadera selectividad, aunque quizás nadie se lo haya contado.

Los más concienciados estarán debatiéndose si seguir su vocación u optar por una carrera con salida. Pero incluso estos últimos dudarán si la formación que hoy buscan las empresas seguirá cotizando dentro de cinco o seis años. Si preguntan, la certeza más absoluta que obtendrán como respuesta es que quién sabe. Y si profundizan por su cuenta para tomar una decisión más informada, darán con cifras de paro juvenil, de precariedad laboral juvenil y de exilio de talento juvenil que les harán temblar. Hay muchas cosas que son como siempre fueron. Pero eso no es consuelo. Porque repetir el pasado no es la mejor manera de afrontar el futuro.