Pues cualquiera sabe cómo fue la cosa

Primera reunión de Sánchez e Iglesias tras la asombrosa conjunción telúrica que llevó al primero a la jefatura de los socialistas. Parece que ha habido algún entendimiento sobre cuestiones que interesan a ambos partidos, desde las pensiones a la negociación colectiva, y para sacar algo en limpio han creado unas comisiones conjuntas.

Hasta aquí, todo sensato y civilizado, aunque desde la derecha mediática y política vean oscuros contubernios y huelan azufre. Veremos qué pasa mañana en la reunión de Sánchez con Rivera, en la que ojalá encuentren también puntos coincidentes para sentarse a trabajar. Por lo pronto, Rivera se ha visto con Rajoy, que conviene ir bien aleccionado antes de reunirse con los contrarios.

Pero como este Ojo siempre anda insatisfecho con la realidad, considera algo extraña la fórmula elegida para dar cuenta de la reunión, con Iglesias narrando muy ufano los logros obtenidos, mientras Sánchez se iba a un plató de televisión y el muy circunspecto José Luis Ábalos optaba por la sosería, que aquello más bien parecía la retransmisión de un funeral que la explicación gozosa de un acuerdo.

Así no hay manera de saber cómo fue la cosa de veras, que si se saca la media entre la euforia y la tristeza, la reunión fue más bien parca en resultados. Y si no es así, que lo digan. Pero clarito, que tampoco cuesta tanto.