Una gamberrada de comisión

Como respuesta a la comisión de investigación en el Congreso el PP ha diseñado en el Senado un mundo ideal, un universo político en el que la oposición debe de rendir cuentas al Gobierno, presentarle sus facturas y llevar a sus tesoreros a declarar. Como perversión moral es fascinante, lo que pasa es que pedir que la oposición participe me parece ya muy optimista. Es una gamberrada y ha de ser tratada como tal.

Una gamberrada en una institución en la que el PP tiene mayoría absoluta. Cuando el PP tiene mayoría absoluta las cosas automáticamente son suyas, y su utilización depende de intereses que trascienden el servicio público. La respuesta a la comisión que investiga la financiación irregular del PP fue tratar de sabotearla en el Congreso y ahora llevar al Senado una pantomima. Yo entiendo que el Senado, el Congreso y la Justicia se alarmen si los grupos de la oposición tienen a un tesorero con 48 millones en Suiza al que envían mensajes de apoyo, comparten amistad con sus líderes y desvela una financiación B.