La vergüenza de Gürtel. Que nadie se olvide

Es sabido que este Ojo es pelmazo y terco hasta lo inaguantable. Así que volvamos, una vez más, al caso Gürtel, porque Miguel Ángel Campos, compañero en esta emisora, nos reveló este fin de semana, con pelos, señales y grabaciones, la declaración del agente de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional, identificado por el número 81.067, en la Audiencia Nacional durante su comparecencia en el caso Gürtel, que aunque con sordina, ahí sigue.

Se supone comprobada la probidad del citado agente, al que el PP ha querido tumbar a base de querellas y en todas, absolutamente en todas, se ha encontrado con el estrepitoso fracaso de que los jueces rechazaran las desesperadas artimañas de los abogados de Génova.

Algo habrían hecho las autoridades policiales si hubiera habido la menor duda sobre su honradez o profesionalidad. Pues gracias al señor 81.067 hemos confirmado, por si hiciera falta oírlo una vez más, que el caso Gürtel no es sino un cúmulo de mentiras de todos los dirigentes del PP, del primero al último, incluso en sede parlamentaria.

Porque el partido de Mariano Rajoy siguió a partir de 2004 llenando los bolsillos de Francisco Correa, porque Luis el Cabrón era Luis Bárcenas o porque Ana Mato no pagó ni los globos de las fiestas de sus hijas. O sea, la mugre. Y eso es imborrable.