¡Un café! ¿O no?

Madrid

En el mundo cada día nos tomamos más de 2.000 millones de tazas de café. Hasta hoy, mucho médicos podrían decir que ¡vaya barbaridad! Por nuestra salud, claro.

Que si es malo para el corazón, para el estómago… Hasta la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha catalogado a la bebida más consumida del mundo como cancerígena. Ya no. Y cuando le relatábamos al médico algunos males, te preguntaban: ¿Y cuántos cafés toma? Quítese… Ya no digo nada cuando uno estaba subido de “revoluciones”…

Pero resulta que un estudio realizado con medio millón de personas de diez países europeos y otro realizado por la Universidad de California con etnias afroamericanas, latinas, caucásicas y japonesesas han dado la vuelta a la tortilla: las conclusiones hablan de muchas bondades para sus consumidores. Casi milagros. Una taza al día – incluso descafeinado - reduce la probabilidad de morir un 12%; con dos-tres tazas la reducción sube hasta el 18%. Y después de 16 años de estudio de estos consumidores cafeteros, menos del 10% habían fallecido por cáncer, un fallo coronario, crisis digestivas o ictus. Vamos, algo así como que el café alarga la vida, o evita que se acorte por ciertos problemas médicos.

Falta más conociminto del estudio, de quién hay detrás, las opiniones de colectivos médicos directamente afectados por estas conclusiones para valorar los resultados en su justa medida, pero es obvio que obligará a “resetear” muchas teorías, consejos, limitaciones y prohibiciones que hasta ahora nos marcaban nuestros médicos, de cabecera y especialistas.

Eso sí, los investigadores vuelven a sumir en mil dudas a los consumidores: los muy consumidores, los consumidores moderados, incluso los que no lo tomaban por las indicaciones de los galenos… ¿Lo de ahora es lo bueno de verdad? ¿Hay evidencias suficientes con estos estudios como para que muchos colectivos médicos cambien sus “recelos” al famoso café?¿Incluso para que la OMS? ¿Tomo más si me apetece?¿Vuelvo al café que me habían prohibido?

Desde luego, lo que está claro es que es un regalo para la poderosa industria cafetera. Ni que lo hubieran encargado ellos “a medida”…