Feliz verano

Ojalá el verano les sea propicio. Que quienes buscan el norte lo encuentren templado, y gocen de la bruma sin dejar de descubrir el sol en los cielos nublados. Que quienes buscan el sur disfruten de un calor civilizado que les broncee sin achicharrarlos, y obtengan cada noche el reconfortante premio de la brisa. Que quienes viajen al extranjero crezcan al descubrir lo grande y variado que es el mundo, y alimenten al mismo tiempo las ganas de volver. Que quienes empleen las vacaciones para visitar a los hijos que viven lejos, les encuentren sanos, felices, y no lloren demasiado al despedirse de ellos. Que los abuelos y abuelas que pasen el verano con sus nietos no se cansen más de la cuenta, y se libren de las anginas, diarreas e indigestiones que ya se han olvidado de curar. Que los desempleados que hayan encontrado ahora su primer empleo desde el verano pasado tengan un horario de trabajo razonable, un salario digno, y perspectivas de seguir cobrándolo al menos hasta el mes de octubre. Que quienes no pueden moverse de su casa, recuerden los modestos placeres de otras épocas y practiquen los paseos al atardecer, las tertulias de madrugada, las meriendas campestres de manta y nevera portátil, y una tartera con tortilla de patatas, y otra con filetes empanados.

Ojalá los estudiantes que han suspendido estudien con provecho y aprueben en septiembre, ojalá los solitarios se enamoren y sean correspondidos, ojalá pase el tiempo tan deprisa que no se lo crean y esa sea la mejor de las señales. Seguro que todos ustedes están cansados, porque yo estoy agotada del hercúleo trabajo de vivir en este país. Aprovechen para dormir mucho, para comer bien, para leer novelas gordas y ver temporadas completas de sus series favoritas. Feliz verano.