Una democracia excepcional
El subdirector de 'Hora 25' recopila todas las anomalías políticas que vive nuestro país estos días
Madrid
Un sentimiento para una noche de lunes... la nuestra es una democracia excepcional.
Es sin duda excepcional que el presidente de una comunidad autonoma anuncie en una entrevista en la prensa francesa que está dispuesto a desobedecer al Estado al que representa, que su responsabilidad institucional es impermeable a la ley. Dice Puigdemont que no piensa tomarse en serio una posible inhabilitación del Constitucional, que no habrá sentencia, ni norma, ni juez que pueda impedir que el uno de octubre se vote.
Es excepcional que hayamos llegado al punto en el que la respuesta ya solo pueda ser la amenaza, que ese sea el tono en la relación entre dos administraciones obligadas a gestionar las necesidades de sus ciudadanos y no solo los anhelos de una parte de ellos.
Es excepcional esta democracia que convierte a los funcionarios en rehenes de los politicos, que los lanza a una supuesta encrucijada en la que tendrían que elegir, falsamente, entre la ley y sus convicciones, entre el Estado o su país, entre los míos o los otros.
Es excepcional que el presidente en ejercicio de un país tan excepcional como el nuestro tenga que declarar como testigo en un proceso por la corrupción anidada en el partido que preside. No en otro, no por la corrupción de otros.
Es excepcional que quieran convencernos de que tanta evidencia ni siquiera salpica a Mariano Rajoy, que lo del miércoles es poco más que un trámite, un ejercicio de memoria inocuo.
Ahí está... nuestra excepcional democracia deslumbrando al mundo. Pero oigan, tenemos unas playas...
Pedro Blanco
Llegué a la SER en 1996 y desde entonces he trabajado como editor en diferentes programas. He sido director...