De ETA al yihadismo

Madrid

En un cuarto de siglo, España ha pasado de una banda terrorista que buscaba a través de los atentados y las extorsiones un objetivo político, a un contexto global en el que puede ser escenario de un ataque yihadista en cualquier momento. "Las fuerzas de seguridad han aplicado esa experiencia previa que tuvieron con ETA a este terrorismo de escala global", explica José María Gil Garre, experto y analista de seguridad y terrorismo internacional.

Desde que el Gobierno elevara el nivel de alerta antiterrorista en 2015 tras los atentados de Charlie Hebdo, las fuerzas de seguridad han detenido a más de 200 presuntos yihadistas.

"Hasta que sucedieron los ataques del Charlie Hebdo, en Europa había un atentado cada 22 meses. A partir de aquella fecha, se produce un atentado cada mes y medio", apunta Gil.

Durante los años noventa, Rentería fue uno de los bastiones de la izquierda abertzale, una corriente política que simpatizaba con la causa de ETA. El alcalde de esta ciudad, Julen Mendoza, celebró el pasado 28 de junio el primer acto de un ayuntamiento gobernado por EH Bildu en reconocimiento a tres víctimas de la banda terrorista. Hoy sigue siendo un lugar dividido, pero en el que ya se puede hablar sin miedo a ser señalado.

ETA anunció su final el 20 de noviembre de 2011, pero en España ya existía otra amenaza terrorista. El peor atentado de la historia de España, perpetrado por Al Qaeda el 11 de marzo de 2004, causó 192 muertos y más de 2.000 heridos. Manuela Yela de la Torre y Juan Carlos están entre los comerciantes que más tiempo llevan trabajando en la estación de Atocha, cerca de donde explotaron las primeras mochilas en los trenes estacionados. Presenciaron la estampa del caos: cientos de personas corriendo hacia la superficie. Una de ellas era Marta Gallego, víctima de esos atentados.