"Argusino fue un paraíso en la infancia"

Madrid

Decía Unamuno que la auténtica historia de España, la intrahistoria, permanece en lo más profundo, alejada de la espuma de los días. Junto a Toño Fraguas y Macarena Berlín, Hoy por hoy finaliza el recorrido que este verano ha llevado el programa por esa mal llamada España vacía. En esta ocasión será sumergiéndose en el pasado de Argusino, un pueblo ubicado en la comarca zamorana de Sayago que fue anegado por el agua de un embalse hace 50 años.

En septiembre de 1967, el agua del embalse de Almendra, construido por Iberduero, inundó sus calles, su plaza, su iglesia, su cementerio. Ese embalse fue uno de tantos que inauguró Franco. El agua cambió para siempre la vida de sus vecinos, quienes hubieron de emigrar y repartirse por toda España y, algunos, por el extranjero. Con motivo del medio siglo de aquella fecha fatídica, algunos argusinejos y sus descendientes decidieron organizarse y empezar a reconstruir la memoria de Argusino.

José Manuel Pardal tenía 17 años cuando Argusino fue anegado. "Fue un paraíso en la infancia. Aunque era un pueblo en el que trabajaban la agricultura y la alternaban con la ganadería, mi padre era arriero y a mí no me tocaban algunas faenas que a otros chicos sí", contaba José Manuel, que acabó labrándose el futuro en Cataluña. Estefanía Vega, nacida en 1989, es descendiente de argusinejos, pero nunca llegó a conocer el pueblo de sus antepasados. "La generación de José Manuel ha sido la encargada de hacernos ver a los descendientes cómo es Argusino, un pueblo que ahora no es visible y que se puede ubicar a través de una flecha en Google Maps", añadía. Tanto José Manuel como Estefanía son miembros de la Asociación Argusino Vive, que busca preservar la memoria del pueblo.

En 1967, los vecinos fueron indemnizados por Iberduero, hoy Iberdrola, con 40.000 pesetas de entonces. Los propios vecinos ayudaron a la demolición del pueblo, levantando los tejados… pero les podía la tristeza, como le sucedió al padre de José Manuel, un hombre muy alegre que colgó el tamboril: "Se refugió en la fragua porque era lo que había vivido, pero la gente ya era otra. Mi madre le empujaba a que fuera al bar, donde siempre tenía el café pagado, pero la fiesta no le entraba".

Sin embargo, cada año, se organiza en Argusino una romería. Además, en este 2017 han participado en un documental sobre el pueblo, han organizado una carrera popular, un torneo de fútbol, un concurso de pesca… y han congregado a casi 400 argusinejos o descendientes de argusinejos. "En este año de andadura nos hemos reunido en varios momentos, como el pasado 12 de agosto, cuando hicimos un homenaje muy especial... El 12 de septiembre tendremos otro... En todos ellos vas conociendo familiares y personas que hubieran sido tus vecinos en el caso de que el municipio hubiera seguido existiendo", añadía Estefanía, dejando claro que el pueblo de Argusino sigue vivo.