Bergoglio, el reconciliador
El Papa, rodeado de miles de víctimas del conflicto armado, ha realizado un alegato en favor de la reconciliación del país tras los acuerdos de paz con las FARC
El papa Francisco hace un llamamiento a la reconciliación. / ATLAS
Madrid
En un país de 49 millones de habitantes de los que 45 están bautizados, es casi inevitable que la división ciudadana sobre los recientes acuerdos de paz con las FARC fracture a la propia Iglesia.
El Papa Francisco aterrizó en Colombia con una derecha montaraz que le ataca personalmente desde Teleamiga, un canal ultra católico, y un catolicismo de izquierdas que aún recuerda que el Ejército de Liberación Nacional -el ELN- se echó al monte tras la muerte del cura guerrillero Camilo Torres. En aquella época, finales de los 60, la teología de la liberación cobraba cuerpo teórico en la Conferencia de Medellín y propugnaba considerar que el Evangelio exige la opción preferencial por los pobres y por recurrir a las ciencias humanas y sociales como soporte teórico.
Bergoglio no la rechaza totalmente por su compromiso con los pobres, aunque sí en su vertiente marxista. Esa equidistancia reclaman en este viaje aquellos católicos que, como el propio presidente Juan Manuel Santos, apuestan por el proceso de paz. Una equidistancia que contribuya a la reconciliación nacional y devuelva la unidad a la Iglesia.
De hecho, en su tercera jornada, en la ciudad de Villavicencio, plaza fuerte de las FARC, el Papa, rodeado de miles de víctimas del conflicto armado, hizo un claro alegato en favor de un compromiso sincero con la reconciliación del país tras el conflicto armado. Una reconciliación que ha querido extender a la propia naturaleza, momento en el que ha citado una canción del colombiano Juanes: "Minas piedras".
