Los alcaldes catalanes, en la encrucijada

Barcelona

Miquel Buch, presidente de la Asociación Catalana de Municipios, asegura en la que con el Gobierno de Mariano Rajoy “estamos retrocediendo a épocas del franquismo”. “Se nos ha desoído, pisoteado, se nos ha perseguido por la lengua, boicoteado económicamente. Nos notamos perseguidos por ser como somos”, ha explicado en ‘Hoy por Hoy’.

“El referéndum no es una manía de cuatro, sino la voluntad de muchos, de la gran mayoría. Cuando uno es elegido cargo electo, intrínsecamente debe preservar la democracia y escuchar a los ciudadanos”, ha dicho el también alcalde de Premiá de Mar por el PDeCat. Por eso ha anunciado que cederá espacios municipales “para que se pueda votar con normalidad” el 1-O. Buch ha destacado, no obstante, que “no se obligará a los funcionarios a trabajar" ese día. “Se ha creado una lista para que puedan apuntarse voluntariamente, si quieren”.

Por otro lado, el presidente de la Asociación Catalana de Municipios no cree que ocurra nada por incumplir la decisión del Tribunal Constitucional contra el referéndum: “Si desoímos al Constitucional, no hacemos nada que no haya hecho 34 veces Mariano Rajoy. No hacemos nada que no nos haya enseñado él antes”.

La presión sobre los alcaldes

En el escenario contrario se encuentra Nuria Marín, alcaldesa de Hospitalet, que fue una de las protagonistas de la Diada tras ser captada por las cámaras pidiendo a Carles Puigdemont que dejase tranquilos a los alcaldes. “Le dije que nos dejase tranquilos, que hemos sido elegidos para resolver los problemas y estamos bajo una presión importante”, apunta Marín, que no cederá locales el 1-O. “Puigdemont me contestó que acabaríamos haciendo lo que quisiésemos, pero no es así”, denuncia la alcaldesa.

Marín entiende que esto es un problema real que viene de atrás y que hay que buscar soluciones y no división, aunque reconoce que no se siente intimidada. “En mi ciudad la gente me ha apoyado, pero hay personas que quieren votar y ven la solución en las urnas. En mi ciudad una minoría ha sido la que ha pedido votar, pero en otros lados ha habido presión social y con las palabras de Puigdemont se presiona a los alcaldes”, explica la alcaldesa, que por otro lado lamenta la actitud del Gobierno de Rajoy. “Va tarde, como hemos denunciado. “El PP debería haber hecho antes lo que ahora quiere hacer que es escuchar y dialogar. Bienvenida sea, pero llega tarde”. Marín considera que Rajoy tenía que haber reaccionado y que la política está para eso, para “hablar, discutir y llegar a acuerdos”. “El problema catalán se resuelve a través de la política”. Marín cree que el Gobierno tiene que defender la ley y los derechos de todos los ciudadanos y muchos se ven interpelados el 1-O pero cree que la solución se tiene que decidir entre todos. “En esa coyuntura queremos expresarnos legalmente, democráticamente”, apunta la alcaldesa de la segunda ciudad más grande de Barcelona.