El capítulo y el libro

De la torrencial catarata de palabras sobre Cataluña va quedando claro para todos que una cosa es el capítulo y otra distinta, el libro. Una cosa es el capítulo de la batalla por el referéndum del día 1 de octubre y otra, el libro del problema del encaje de Cataluña en España. Y la primera diferencia fundamental entre capítulo y libro es que en el primero, el capítulo, el referéndum, tiene que haber inexorablemente vencedores y vencidos; mientras que en el segundo, el encaje de Cataluña en España, si hubiera vencedores y vencidos perderían todos.

Pero vayamos al capítulo, al referéndum. A estas alturas hablar de lo que debió haber sido, hablar de diálogo, es perder el tiempo porque estamos ya en batalla frontal: las leyes del Estado frente al desafío. En pura teoría es inverosímil que pierda el Estado y que gane el desafío. El Estado no puede perder. Cosa distinta es el Gobierno del Estado, que podría quedar tocado si se viera impelido a tomar medidas de esas que conducen a la frontera de la derrota moral. O si el desafío llega tan lejos que el estado queda ridiculizado y el gobierno señalado por eso. ¿Puede estar pasando algo de eso? Pues tal vez. El Gobierno ha dado ya varios pasos adelante, policiales y judiciales, pero el independentismo no ha dado ni un solo paso atrás.

Lo del libro ya es otra cosa. El libro es el que se tendría que comenzar a escribir a partir del mismísimo 2 de octubre con el diálogo político, si es que la confrontación actual no ha dejado la relación en estado comatoso. En resumen, un capítulo no es todo el libro pero este capítulo puede emborronar todo el libro.