No hemos aprendido nada

Madrid

Cuando en este país nos ponemos, somos capaces de lo peor. Esta mañana, Lourdes Lancho, compañera en el A Vivir Que Son Dos Días, recordaba una frase de Gil de Biedma que decía que, de todas las historias, la de España es la más triste porque siempre acaba mal. Y lo recordaba después de haber visto las imágenes de los guardias civiles despedidos como héroes en su marcha hacia Cataluña. Despedidos al grito de "a por ellos". Entiendo que ellos son los catalanes, así como concepto. Y entiendo que quienes gritaban deben considerar que "ellos" son los malos.

Y lo mismo podemos decir de vuelta, en este caso, por ejemplo, en forma de insultos a todos aquellos que no piensan como ellos. Que se lo pregunten a Serrat o que nos lo pregunten a los que no compramos la celebración de un referéndum,sin respetar la ley, ni compramos tampoco la gestión de un gobierno que año tras año ha visto cómo el problema crecía, espoleado sobre todo por él, sin hacer nada. A estos les llaman, a estos nos llaman, fascistas.

Qué poco hemos aprendido de la historia de este país. De los bandos, de los unos y los otros, de los míos o los tuyos. Qué poco hemos aprendido de la huella que ha dejado en familias, en pueblos... Qué irresponsables los políticos que con sus declaraciones jalean este tipo de comportamientos, por lo que dicen y por lo que no condenan.

Cuando el patriotismo sale a pasar y se arropa con las banderas no puede salir nada bueno. Cuando agazapados detrás del patriotismo van los unos contra los otros, lo único que se consigue es alimentar los extremismos y perder la capacidad de diálogo. ´No hemos aprendido nada.