No, no todo es Cataluña

Damos vueltas un día tras otro a la situación en Cataluña, sin que veamos que nadie aporte solución alguna para frenar el desastre del domingo. Porque lo será, no importa qué resumen podamos hacer a la noche de ese 1 de octubre. Así que para salir de esta angustiosa noria, hagamos caso a la sabiduría de Forges, que hoy mismo nos recuerda que no todo es Cataluña.

Dos ejemplos que casi podrían resumirse en uno. Dice el Fondo Monetario Internacional, ese conocido nido de rojos irredentos, que el empleo parcial y la temporalidad lastran la recuperación de los salarios, lo que a su vez redunda en la falta de consumo y en la imposibilidad de financiar las prestaciones sociales. Y la Funcas en España, otra cueva de indignados carbonarios, nos cuenta algunos datos estremecedores: resulta que a los menores de 26 años se les ofrece un primer contrato con salarios un 14% más bajos que en el año 2008, cuando estalló esta crisis que no tiene fin.

También nos descubre que a esa ruina hay que sumar la temporalidad, que afecta en gran medida a ese tramo de edad, con lo que de sumar una cosa y otra, nos sale que los jóvenes con nuevos contratos cobran al año una tercera parte menos que lo que ingresaban hace casi diez. ¿Le importa a alguien esta terrible catástrofe?