¡Mamá, la muñeca me habla y no tiene pilas!

Que los muñecos cobraban vida cuando los seres humanos no estábamos delante ya lo intuíamos de niños pero en “Toy story” nos lo confirmaron. Woody, Buzz Lightyear y el resto de la panda eran buenos chicos pero hay otros que no lo son tanto. Detrás de su apariencia angelical la mayoría de los muñecos de cine esconden un reverso tenebroso. Por eso si hay un género en el que los juguetes con vida propia han triunfado desde siempre ese es el género de terror. En el siguiente reportaje recordamos la presencia de estos muñecos malvados en toda clase de películas: Desde clásicos en blanco y negro como “El gran Gabbo” (1929), “Muñecos infernales” (1936) o “Al morir la noche” (1945); la irrupción a finales de los años 80 de “Chucky, el muñeco diabólico” que acabaría convirtiéndose en una de las diez franquicias más taquilleras del género de horror, a estrenos más recientes como “The boy” o “Annabelle”.