¿No hay otra forma de celebrar el 12 de octubre?

Madrid

Un año más, la fiesta nacional del 12 de octubre se ha celebrado con un desfile militar en las calles de Madrid. La vistosidad siempre está garantizada y parece ser del gusto de mucha gente que cada año abarrota las aceras. Pero la pregunta es si un desfile militar es la única forma posible de celebrar la fiesta de un país que ya celebra, por cierto, el Día de las Fuerzas Armadas. Ya sabemos que es la tradición y que otros países, desde la Francia ilustrada al impresentable régimen norcoreano, lo hacen. Pero las tradiciones están para adecuarlas a los tiempos y nunca es malo ser pionero.

Es evidente que el Ejército y la Iglesia son las dos instituciones que han construido a lo largo de los siglos las más brillantes liturgias. Y parecería que el Estado, heredero de épocas en que el poder político, el militar y el religioso convivían en amalgama, las ha tomado prestadas en vez de imaginar otras. Por eso las fiestas civiles las celebramos con paradas militares y los funerales de Estado siguen el rito católico ignorando, a veces, la creencia o increencia de los difuntos. A un país tan creativo como el nuestro no le costaría encontrar alternativas. Lo único que falta son ganas de buscarlas.