En el senado

Estamos en el Senado, que es la manera que tenemos en España de decirle al mundo que sabemos tratar a la gente mayor. El senado desde las diez y aproximadamente hasta las tres de la tarde, que será cuando se produzcan las votaciones en este pleno, será el foco informativo. Inusual actividad desde primera hora, colas de periodistas para entrar, en un lugar donde la mayor escena de nervios vista hasta ahora, sucede en el mes de diciembre cuando hacen jornadas de puertas abiertas y temen que se acabe el chocolate con churros... Todo es excepcional en estos tiempos excepcionales. Todo menos la estoicidad de Rajoy, que es la misma de siempre.

El presidente intervendrá a eso de las 10, recuerden que dispone de tiempo ilimitado, por contra, la mayor parte de los españoles empezamos a tener cada vez más limitado el tiempo con el que estar preocupados con este asunto.

Si en los próximos minutos empiezan a escuchar los nombres de Juan José Lucas, Montilla, Luisa Fernanda Rudí, Fabra, Bauzá, Arenas... No se asusten, su radio no ha sintonizado 1990, les recuerdo que esos ilustren nombres siguen participando en la liga Adelante de la política. Si uno pone en Google "El Senado debe", la frase es automáticamente completada con: "Desaparecer". Compruébenlo ustedes mismos. Y es que en este país, como saben, se tiene la sensación de que el Senado no vale para nada, sentimiento que en gran parte se sustenta en una realidad en los últimos 40 años.

En cualquier caso, hoy el Senado tiene una oportunidad única de reivindicarse y demostrar que es un organismo útil y vivo. Quizá hoy el Senado reverdezca laureles y se convierta en la Cámara decisiva que siempre estuvo destinada a ser.

Y si no, al menos le damos uso a su Sala de Prensa, que la tenían aquí sin desprecintar.