Que sea real el protocolo contra la LGTBIFobia

Madrid

Hace un par de semanas que debía haberles contado que la Comunidad de Madrid ha firmado un protocolo de colaboración para proteger los derechos de la comunidad LGTBI.

Me encantó leer la noticia en un periódico deportivo. En este caso en el MARCA. No lo leí en muchos más, solo en Shangay. Y creo que es importante que lo sepamos. Es imprescindible contalro porque así normalizamos la diversidad sexual en el deporte y en los medios de comunicación. Aunque no lo crean, aún se insulta y agrede a los que no cumplen con la heterosexualidad o con lo genitalidad normativa.

Para que todo sea posible, la propia Comunidad de Madrid formará a profesionales deportivos en materia de diversidad sexual y de la no discriminación en materias de género. Así se ha planteado y así se debería hacer. Somos diversos en cuanto a nuestra sexualidad y deberíamos poder serlo en cualquier ámbito de nuestra vida.

Esto va a ser difícil. Tengámoslo claro.

Han sido años siguiendo siempre un mismo patrón. Chico quiere a chica. Niño con pene; niña con vulva. Todos con los genitales formados, todo muy evidente. Todo muy testosterónico. Todo muy machista y muy al dictado. Hasta que empezamos a ser libres. A querer a quien quisiéramos. Es importante y necesario que las leyes de nuestros gobiernos nos garanticen que podemos vivir nuestra vida con absoluta normalidad sin que nadie pueda juzgarnos, agredirnos, insultarnos o impedirnos ser quienes somos.

En el deporte es difícil vivir la diversidad sexual. Como en el resto de la vida: UN 30% de la comunidad LGTBI es discriminada en su puesto de trabajo. Bromas ofesivas de compañeros y superiores, trabas a la hora de ascender, casi el 24% ha sufrido acoso laboral por no ser heterosexual o ser una persona transexual. Así que este protocolo es más que indispensable para que consigamos cambiar todo este odio contra lo que es diferente.

Ahora solo queda que se cumpla. Que de verdad la Comunidad de Madrid active el protocolo aprobado. No vaya a ser que siga siendo solo cosa de unos pocos implicados. Ojalá se amplíe a los colegios, a los institutos. A los equipos de barrio, a las ligas infantiles, juveniles y de aficionados. Que cualquier persona pueda hacer el deporte que quiera, que pueda triunfar si así ocurriera, sin que nadie pudiera sentirse de menos por no cumplir con las expectativas que otros pusieran en ellos.

Puede que aún extrañe no cumplir las normas que nadie escribió pero todos protegieron durante siglos. Ya va siendo hora de que nos hagamos mayores. Que seamos libres, que sea obligatorio respetarnos.

Que podamos ser diversos de verdad. En temas de derechos humanos e igualdad, postureos ni uno.