Aznar, en su pedestal

Madrid

Y 21 años después, José María Aznar pisó de nuevo los estudios de la Cadena Ser. Dice que él quiere más a esta radio de lo que esta radio le quiere a él, hay que decirle a Aznar que los medios de comunicación no están para querer a los políticos, sino para preguntarles y él, durante 21 años, no se ha dejado preguntar, una monumental anomalía democrática, agravada por las acusaciones que el mismo vertió sobre esta casa.

Hoy se ha recuperado la normalidad, la SER ha entrevistado al expresidente del gobierno, José María Aznar. Se le ha preguntado por todo, Catalunya, como no, la guerra de Irak, y la corrupción que salpica a su partido, aunque parece que ya no tiene claro si el PP es su partido, parece más cómodo hablando y elogiando a Albert Rivera que a Mariano Rajoy.

Sobre Catalunya cree que ha faltado política, recado para quien quiera escuchar. Sobre Irak, no tiene nada de que arrepentirse, aunque el resto de los protagonistas de la foto de las Azores si lo hayan hecho, el no, él pensó en el interés de España, pero más doloroso ha sido escucharle decir que no modifica ni una coma de lo que dijo tras los atentados del 11-M. Tras esa gran mentira urdida y escenificada por su gobierno, algunos de cuyos miembros siguen con mando en plaza.

Y en el capítulo de la corrupción, no sabe nada de nada, vaya que ni apenas conoce a Correa, a pesar de tenerle sentado dos mesas más allá en la boda de su hija, nada ni de la caja B ni de los sobresueldos, nada de nada, el solo pasaba por allí a pesar de ser durante tiempo el máximo responsable del partido. Y sobre Rato, mejor ministro y vicepresidente no pudo ser. Puede que se equivocara en lo que ha hecho, las imputaciones le salen por las orejas, pero Aznar dice que el que no se equivocó nombrándole fue él.

Y así después de responder sin parpadear se ha levantado de la silla, ha vuelto a subir a su pedestal y se ha ido tranquilamente.