Hemos dejado de contarlas

Madrid

Hemos dejado de contarlas, pero siguen llegando pateras a las costas españolas. Hasta hoy han llegado tantas que este 2017 se ha convertido en el año con más embarcaciones arribadas a las costas españolas, desde aquel terrible 2006, el de la crisis de los cayucos.

Y las autoridades, como no, dicen que están desbordadas y a la búsqueda de soluciones encuentran la de internar a los recién llegados en una cárcel de Málaga, aunque ellos dicen que no le llamemos cárcel que es un centro penitenciario que todavía no se ha inaugurado. Pero vaya que es lo que parece, una cárcel con sus celdas.

Dice el gobierno que estarán en la cárcel como si estuvieran en un Centro de Internamiento de Extranjeros, un CIE, Pero dice la ley que los CIEs no pueden tener carácter penitenciario. Aunque los CIE se convierten en auténticas cárceles para los migrantes. Una nueva chapuza del gobierno ante la llegada masiva de inmigrantes.

Acompañada de declaraciones como las del ministro Zoido que vuelve a sacar a pasear el efecto llamada y su solución para frenarlo, dice devolver a los que llegan. Se le olvida al ministro que el efecto llamada no existe, porque lo que no existe tampoco es una regulación que permita a los migrantes llegar a Europa por una vía legal y con garantías.