“Si no llueve próximamente, no sólo se perderá la cosecha de 2017, también la de 2018. La sequía está siendo dramática”

Madrid

“Estamos teniendo un año que hace mucho tiempo que no vivíamos. Es un panorama dramático, está siendo la peor sequía de los últimos 22 años”, así se describió la situación que vive actualmente la agricultura en España en el último SER Consumidor. Lorenzo Ramos, secretario general de la UPA (Unión de Pequeños Agricultores) atendió a estos micrófonos para hacer balance de la situación del campo español ante la falta de lluvias.

“La sequía está afectando tanto a los cultivos de secano como a los de regadío”, un escenario que según Ramos, “está ocurriendo prácticamente en todas las cuencas hidrográficas”. No hay un solo cultivo que escape de esta situación de gravedad, algo que puede verse traducido en el precio final de los muchos productos cuando lleguen a tiendas y supermercados, y es que ante la falta de grano, paja o forraje, la situación no está afectando únicamente a la agricultura, “sino también a la ganadería”.

Desde UPA se teme que si no se garantiza el riego de las explotaciones agrícolas “se van a perder muchas cosechas”, algo que su secretario general definió de forma lapidaria: “Hay agricultores que no están sembrando por miedo a la que la sequía perjudique a la cosecha de 2018. Si no hay agua, no sólo se perderá la cosecha de 2017 sino también la del año que viene”.

Actualmente se calcula que las reservas hidrográficas españolas se encuentran en sus niveles más bajos de los últimos 25 años, algo que está repercutiendo en el volumen de las cosechas. Buen ejemplo de ello es la del olivo, que este año ya se ha reducido en torno a un 20%, una cifra “que podría ser mayor”, según se anuncia desde la UPA.