Gente loca y gente normal

La locura independentista catalana, tan desmedida, nos ha llevado a todos los españoles a tener que vivir estos últimos meses en el reino del despropósito, el absurdo y la extravagancia. Solo así podemos acostumbrarnos, como si fuera la cosa más habitual del mundo, a que varios de los aspirantes a representar a los catalanes estén en prisión. Y nada pasa. O, seamos verdaderamente conscientes de la enormidad, a que el presunto presidente de la autoproclamada república catalana se encuentre en Bruselas, reclamado por la justicia española cual atracador de bancos o asaltador de diligencias. Así que en este reino de locos, tampoco nos extrañan otros sucedidos que parecen inexplicables. Citemos alguno, para no cansarles a ustedes en hora tan temprana. ¿Cómo es posible que ese presidente turista, diga a los cuatro vientos que a lo mejor Cataluña debería salirse de la UE, y lo proclame no desde Manchuria, sino justamente desde Bélgica? ¿O que los catalanes, encuesta de El País, otorguen la máxima valoración a Oriol Junqueras, protagonista clave de la génesis de todo el problema actual? Tan insensato como que el PP confíe su lugar en Cataluña a un candidato como García Albiol, seguro enterrador de cualquier esperanza, último valorado en la misma encuesta, que ha pedido que se refunde TV3 con gente normal. ¿Qué entenderá Albiol por tal cosa? ¿Tan normales, por ejemplo, como Albiol?