Periodismo necesario

Madrid

Una ventana que abrimos desde Sevilla, donde esta noche se van a entregar los premios ondas. Hoy es un día importante, un día especial para todas las personas que hacen –que hacemos– radio, televisión, cine, publicidad, música... porque no es frecuente reunirse para reconocer los méritos profesionales, para animarse. Pero esa es una sana costumbre que dura ya, pues más de medio siglo.

Hace 64 años, Radio Barcelona instituyó estos ondas que comenzaron premiando el trabajo de los guionistas pero que se han extendido después a un montón de terrenos, siempre con el periodismo como motor fundamental. Por eso uno de los galardones que se van a entregar esta noche a mí me hace muchísima ilusión: es el que reconoce el trabajo de todas las emisoras de radio de Catalunya por su cobertura de los atentados terroristas de Barcelona y de Cambrils; el día de los hechos, sobre todo, aunque también los posteriores, haciendo buena esa definición de que “el periodismo es contar a la gente cosas que le ocurren a la gente”, pero también reivindicando esa raíz de servicio público, civil, y democrático que representa la buena información.

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No es por señalar a nadie, ni tampoco por sacar pecho, pero a raíz de esos terribles ataques hubo quien estuvo a la altura y quien no. Estuvieron –estuvimos– a la altura –creo– los periodistas: los encargados de contar, de transmitir, de preguntar, de tranquilizar, incluso.

Pero no siempre estuvieron a la altura quienes debían proyectar después un mensaje de serenidad, de unidad, de lealtad. Hablo de los políticos, claro, de algunos políticos. Y lamento decirlo, ¿eh? pero es que lo veo y lo siento así.

Razón de más para celebrar este ondas al periodismo de radio, y al mismo tiempo para animar a quienes siguen interpretando la política como un combate de boxeo, a que se lo piensen un poquito más; que luego pasa lo que pasa.