¿Habrá que repetir las elecciones catalanas?

Por lo que las encuestas anuncian y los líderes declaran, las elecciones del día 21 conducen a la ingobernabilidad. En efecto, los sondeos dicen que Puigdemont y Arrimadas van volando, pero ningún partido, ni ninguno de los bloques enfrentados va a obtener mayoría. Y si hemos de creer a lo que los partidos en liza firman con gran rotundidad, tampoco va a ser posible conseguirla por vías trasversales. ¿Entonces? ¿Nuevas elecciones en unos meses? La simple hipótesis produce temblores. Todo depende de donde tenga instalado cada partido su listón de mínimos, cosa que naturalmente en campaña se oculta. Lo que ahora escuchamos es el trueno de los máximos, la panoplia de principios inmutables, de verdades esculpidas en mármol, de modo que hay que leer entre líneas, u oír la segunda voz -si la hay- detrás de la música de los discursos dominantes para tratar de adivinar qué margen de desplazamiento tiene cada uno y cuál es su voluntad de moverse. Yo reconozco que por el momento no oigo nada y no acierto a imaginar una combinación viable, pero tal vez ustedes sí.