Algo más que nerviosos

Madrid

Hoy, mientras todos mirábamos hacia el Parlament de Catalunya, cuya constitución, al final, no ha dejado más sorpresa que el tono de algún discurso y la aceptación del voto delegado de los encarcelados, a pesar del dictamen de los letrados pero atendiendo el auto del juez Llarena, hemos corrido el riesgo de que se nos pasara por alto lo que estaba sucediendo en la Audiencia Nacional, en el tercer día del juicio de la rama valenciana del caso Gürtel.

Y lo que ha sucedido es que dos de los acusados, los considerados el dos y el tres de la trama Gürtel, Pablo Crespo y Álvaro Perez, han cambiado su estrategia de defensa y, si hasta ahora se habían declarado siempre inocentes, dicen ahora que pueden considerar como cierto todo lo escrito por la acusación, previo pacto con la Fiscalía.

Es decir, que lo contado hasta ahora por Francisco Correa puede tener el viernes el aval de los otros dos cabecillas de la Gürtel, o dicho de otra manera también ellos van a corroborar los pagos en B por parte del Partido Popular, un auténtico misil en la línea de flotación de los populares. Y no olvidemos que Correa señala a Ricardo Costa como el organizador de los pagos y todo fue corroborado por los empresarios implicados.

Pues Ricardo Costa también tiene que declarar el viernes y la gran incógnita, tras la locuacidad de los tres principales acusados, es saber hasta donde va a llegar él. Si va a caer solo o va a decidir arrastrar a alguien con él. En Génova deben estar algo más que nerviosos.