Arrastrados al absurdo

¿Se puede marear la perdiz eternamente? Se puede, si no eternamente, sí durante mucho tiempo. Comienza la semana con el anuncio hoy del president del Parlament de quién es el candidato de la cámara catalana para ser presidente de la Generalitat de Cataluña. Y se da por hecho que, salvo sorpresa, va a proponer a Puigdemont.

 Y justamente hoy tenemos a Puigdemont jugando de nuevo a atraer toda la atención con un viaje de Bruselas a Copenhague para dar una charla. Debe ser parte de la estrategia que llama internacionalización del conflicto. Una charla en una Universidad. Es ciudadano comunitario y se puede mover libremente de un país a otro. A esta hora, viaja ya en avión.

Pero tiene garantizada la expectación gracias a la nota de la Fiscalía que ayer anunciaba escuetamente pero con contundencia que si acudía a Copenhague, pediría al juez Llarena que reactive la euro-orden y pida a las autoridades danesas su detención. Las condiciones para la extradición son muy diferentes en Dinamarca con respecto a Bélgica.

Y sin embargo, distintas fuentes del Tribunal Supremo dicen a la SER que es improbable que el mismo juez que desactivó la euro orden de detención contra Puigdemont en Bruselas, la active hoy para un viaje, en principio, de 24 horas. En fin, que nadie sabe a ciencia cierta si viaja Puigdemont para 24 horas o más, si se activará la euroorden o no pese a los anuncios a bombo y platillo de la Fiscalía y si Cataluña tendrá o no president después de sus terceras elecciones e cinco años.

Preguntas de lunes: ¿No se coordinan fiscales y jueces antes de lanzar una nota como la que ayer le puso todos los focos del mundo al viaje de Puigdemont? ¿Va a proponer el Parlament un candidato que, además de cualquier otra consideración, juega a provocar justo el día de la propuesta?

Vivimos en un sinsentido político-jurídico que arrastra la vida pública al absurdo.