Triste presente y peor futuro

Contaba ayer Claudi Pérez en El País que la Comisión Europea ha arreado un sonoro bofetón al Gobierno del PP y sus maravillosas recetas económicas. En un documento llamado “Empleo y Desarrollos sociales”, España es uno de los países de Europa que obtiene peores notas, a pesar de esos pífanos y tambores que acompañan a las cifras que acostumbran a soltarnos Mariano Rajoy, Guindos o Montoro, la cara henchida de satisfacción por sus éxitos mundiales. Frenen ustedes tantas ínfulas, que estamos en el furgón de cola de casi todo. Un buen resumen estaba en los títulos del artículo que comentamos: “Bruselas advierte de la caída de los ingresos familiares en España”, seguido del siguiente sumario: Las dificultades financieras de las familias con menos recursos son mayores que en 2007, según un informe de la Comisión Europea. Claro que por allí se libran muy mucho de decir de dónde viene el problema, porque fue la propia Bruselas la que impulsó, bendijo y alabó hasta el rubor ajeno las políticas de austeridad y las reformas laborales del Gobierno de Rajoy, generadoras, como la realidad, siempre tan tozuda, nos demuestra día a día, de desigualdades insultantes, salarios ridículos y una precariedad devastadora, mala para hoy y peor para mañana, sobre todo para los jóvenes. Pero como aquí nadie levanta un dedo, los buitres engordan. Lo sabía, y muy bien, Josefina Samper.