Una monumental broma sin gracia

Otra vez, las mismas explicaciones de una de las protagonistas del procés ante el juez Llarena. Hoy le ha tocado el turno a la número dos d'Esquerra Republicana de Catalunya, Marta Rovira. Ha repetido lo que ya habían dicho otros imputados, que la declaración de independencia solo fue simbólica y sin ningún valor jurídico. Lo que nunca dijeron a los catalanes lo repiten insistentemente en sede judicial. Pero Rovira ha ido incluso más allá, asegura que le pidió a Carles Puigdemont que parase las votaciones del 1 de octubres tras las cargas policiales, y que el ex presidente no quiso hacerlo.

Es sorprendente esta parte de la declaración cuando unas semanas después fue Puigdemont quien se planteó convocar elecciones para poder, entre otras cosas, frenar la aplicación del 155, y fue Marta Rovira quien con más fuerza defendió que no se hiciera la convocatoria. Algún día todos los responsables de la situación en la que se encuentra ahora mismo Catalunya, sin autogobierno y con la vida parlamentaria bloqueada, tendrán que dar explicaciones de todo lo que pasó, pero por decencia deberían hacerlo ante los ciudadanos, todos, los que les votaron y los que no, que dejen de contar milongas y expliquen lo que fueron realmente esos días tan convulsos.

Y por el lado no independentista también el PP y Ciudadanos deberían contar que quieren hacer, porque si su estrategia en catalunya es la de "y dos huevos duros", esto tampoco nos lleva a ningun sitio. Que si Ciudadanos cuestiona la inmerisón ligüística, el PP dice "y dos huevos duros", yo más, aunque no explique ni el como ni el cuando. Metidos como están en una lucha sin cuartel por el mismo espacio político, se les olvida los más importante, la gente. Ya solo ven encuestas e intenciones de voto.

Todo parece una monumental broma, pero sin ninguna gracia.