Rebajar la crispación

Entre hechos estúpidos y peligrosos camina hoy este Ojo, estupefacto ante acaeceres más propios de tiempos pretéritos que de una democracia consolidada como correspondería a esta España de 2018. Oír al PP decir que la huelga feminista del 8 de marzo “promueve el enfrentamiento” y pretende “romper nuestro modelo de sociedad occidental” es directamente incomprensible. No han entendido nada y jamás lo entenderán, tiranosaurios en un mundo de inteligencia artificial. Dejemos a los bobos con sus boberías, porque ayer, en solo 24 horas, ocurrió que en este país se condenó a cárcel de tres años a un rapero, se secuestró un libro sobre la mafia gallega del narco, y se retiró un cuadro del IFEMA porque los Jordis y Junqueras aparecían como presos políticos. Las letras del rapero son un asco, sí. ¿Y? ¿Tres años de cárcel con tantos bribones robaperas en la calle? Lo del libro no tiene nombre y lo del cuadro se agrava aún más cuando escuchamos a la portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles, declarar que la retirada está muy bien, “porque hay que tranquilizar el ambiente”. ¿Sabe la excelentísima magistrada del Supremo en excedencia cómo se tranquilizaría de verdad el ambiente? Si el PSOE pidiera hoy mismo la libertad inmediata de los Jordis y Junqueras, cuatro y dos meses en prisión preventiva. ¿No se atreven? Pues eso sí que bajaría la crispación.