Jimmy Kimmel arranca la gala de los Oscar con un crítico y reivindicativo monólogo

Madrid

Jimmy Kimmel repite este año como maestro de ceremonias de los Oscar con la misión de resarcirse del catastrófico error de la gala del año pasado. El presentador del late night de la cadena ABC ha comenzado la 90ª edición de los premios Oscar con un discurso bastante crítico.

La gala ha empezado con unas imágenes en blanco y negro repasando las mejores imágenes de la alfombra roja. Con el mismo estilo ‘vintage’ se han comenzado a mostrar imágenes del interior del Dolby Theatre con Jimmy Kimmel locutando como si fuera un profesional de la radio, medio de comunicación con el que nacieron los premios Oscar.

El discurso de Kimmel ha estado muy centrado los principales retos a los que se enfrenta Hollywood actualmente: el acoso sexual y la brecha entre hombres y mujeres. Sin embargo, como se podía prever, el monólogo ha comenzado con una mención a la “desafortunada” debacle del año pasado de Warren Beaty y Faye Dunaway. Por ello, ha pedido a los ganadores que cuando oigan su nombre “no se levanten” y esperen un rato por si acaso.

Kimmel ha recordado que los Oscar cumplen 90 años y para ello se ha acercado a la gran estatua de “Oscar” que hay en la sala. “Oscar sigue siendo el número 1. Tiene las manos guardadas, no dice palabras irrespetuosas y no tiene pene. Es el tipo de hombre que necesitamos en la actualidad”, ha mencionado, logrando los aplausos del público. También ha agradecido a Guillermo del Toro su película ‘La forma del agua’ diciendo que “gracias a él nos acordaremos de este año como el año en que los hombres lo hicimos tan mal que las mujeres se han ido con peces”.

Poco después ha condenado duramente el comportamiento de acoso sexual de ciertos famosos del mundo de Hollywood. “No podemos permitir este comportamiento. El mundo del cine tiene que ser un ejemplo y así las mujeres solo tendrán que enfrentarse al acoso sexual en todos los otros ámbitos de su vida”.

También ha tenido palabras para Harvey Weinstein. Sobre el que fuera uno de los productores más poderosos de Hollywood ha dicho que “se merecía ser expulsado de la Academia”.

El discurso, que ha destacado más por su faceta reivindicativa y crítica que por lo humorístico, ha terminado con Kimmel mostrando una moto de agua que “regalaría” al discurso más corto. "¿Por qué perder el tiempo agradeciendo a tu madre cuando puedes ganar una moto de agua?", ha dicho el presentador.