Así se come y se cocina en el país más feliz del mundo: Finlandia

Madrid

Finalandia es, según un reciente informe de Naciones Unidas, el país más feliz del mundo. Pero, ¿tiene eso algo que ver con la comida? Según Sarri Vuorisalo-Tiitinen, directora del Instituto Iberoamericano de Finlandia en Madrid, sí. Y se le ocurren varios argumentos, pero para empezar, uno irrebatible: ¡las escuelas de Finlandia cuentan con comedores escolares gratuitos desde hace casi 80 años!

La igualdad, uno de los factores que Naciones Unidas valora en su Informe sobre la felicidad en el mundo, también se nota en las cocinas domésticas, donde las tareas están muy repartidas. "Todos recibimos clases de economía doméstica, hombres y mujeres, así que los hombres aprenden a cocinar desde pequeños... y todos lo hacen. ¡Mi padre cocinaba mucho!", detalla.

Entre las costumbres gastronómicas de España y Finlandia sigue habiendo muchas diferencias. La de los horarios, por ejemplo. Según Sarri Vuorisalo-Tiitinen, en su país hay quien come antes de las 11.00 y cena sobre las 17.30. Algo completamente impensable por estas latitudes, salvo en la Costa del Sol, donde está instalada la mayor colonia de finalandeses que hay fuera de Finlandia: ¡unas 30.000 personas!

En el país nórdico es complicado (y bastante más caro) conseguir productos frescos de tanta calidad como los que se encuentran en España: fruta, verdura... "¡En Finlandia jamás encontraría aguacates tan maduros!", lamenta.

Esa dificultad, sin embargo, no ha impedido que en Finlandia ya esté totalmente normalizado el hecho de seguir una dieta vegana o vegetariana. Tanto que en los colegios se puede optar por un menú de este tipo sin dar mayores explicaciones ni presentar ningún tipo de informe médico. Curiosamente también hay "consumidores éticos" que siguen una dieta basada en los vegetales, pero que sí se permiten la excepción de consumir carne de caza: alce, reno...

En España no resulta nada sencillo pobar platos finlandeses, pero está previsto que en el próximo otoño la cafetería del nuevo Instituto Iberoamericano de Finlandia empiece a ofrecer bocados tan tradicionales como el pastel careliano, elaborado con harina de centeno y un relleno de arroz o patata.

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