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"Nos ha dejado huérfanos": los clientes del Palentino lamentan su cierre

Dueños y clientes comparten sus anécdotas del Palentino en el programa 'A Vivir'

"Nos ha dejado huérfanos": los clientes del Palentino lamentan su cierre

"Nos ha dejado huérfanos": los clientes del Palentino lamentan su cierre

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Madrid

La película de Álex de la Iglesia conocida como 'El Bar' estuvo inspirada en un mítico bar de Malasaña: El Palentino. Hace unas semanas este bar cerró sus puertas para siempre después de 76 años sirviendo cañas y raciones. Fue replicado casi idénticamente para la película del director bilbaíno y también sirvió de escenario para el videoclip del cantante Manu Chao Me llaman calle, pero la historia de este bar va más allá de una puesta en escena.

El Palentino fue abierto en 1942 por un empresario valenciano, el cual lo vendió más tarde a Casto Herrezuelo. él fue la viva imagen de este bar y quien ha atraído a miles de adeptos durante los largos años que estuvo tras la barra. Herrezuelo falleció el pasado 22 de febrero, muerte que anticipó la clausura del local.

El magnetismo del local se encontraba en el carisma de los camareros y el ambiente cálido que se percibía. Como si de la casa de uno se tratase, allí se juntaban todo tipo de clientes: estudiantes, jubilados, inmigrantes, prostitutas, bohemios, hípsters, periodistas o gente del mundo de la cultura. Se podría decir que no estaba reservado el derecho de admisión.

Cañas, bocatas de tortilla francesa o pepitos de ternera caracterizaban a este local que vendía bocatas por menos de dos euros y preparaba Gin-tonic por tres.

El aspecto perduró a lo largo de los años en esa fachada de mármol roto que ha observado la evolución de un barrio y de su gente. Los barriles de cerveza, los espejos de las paredes o los azulejos de la posguerra son parte de la esencia de un local que siempre estuvo de moda a base de no estarlo nunca. Todo un icono del barrio de Malasaña. Un barrio de Madrid que vivió una gran efervescencia lúdica y cultural desde los años 80.

La clausura ha dejado miles de huérfanos como le dicen a Loli, cuñada de Casto Herrezuelo con quien se alternaba en el bar junto a Juan Carvajal. Hasta Siniestro Total le dedicó una frase en una de sus canciones que decía "vamos al Palentino y a lo hecho pecho" y Andrés Calamaro lo ha ovacionado diciendo "en el Palentino limpiaron mis vómitos sin hacer ningún comentario ni amonestarme".

David Trueba lo ha denominado este domingo en A Vivir "un monumento de la vida cotidiana" en el que no había distinciones y "todo era lo mismo para todos". Pablo Carbonell, también cliente habitual del Palentino, recuerda los sándwiches mixtos con huevo que hacía Casto con tanto amor y dedicación: "Cortaba el tomate con una precisión de violinista".

 
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