Los estudiantes esperan respuestas

Madrid

De negro, por sorpresa y menos sonriente que de costumbre. Quizás la todavía presidenta de Madrid, en su reaparición esta mañana, haya querido anticiparnos lo que parece inevitable. Génova mantiene que no están pensando en sustitutos, pero Cifuentes asume que su futuro es cuestión de horas, las que dura el vuelo de Argentina a España que está haciendo ya Mariano Rajoy. Incluso menos porque el entorno del presidente recuerda que la dimisión de José Manuel Soria se resolvió por teléfono.

El caso es que esta intriga, este excesivo protagonismo de Cifuentes y el pulso entre PP y Ciudadanos que irá a más en las próximas semanas y meses no nos debe hacer perder de vista el enorme daño que este caso sigue provocando en la Universidad Pública. Daño en el prestigio de los estudiantes que sí le echan horas y que hoy tienen un poco más complicado acreditar su talento dentro y fuera de nuestro país.

Esos estudiantes, los profesores que creen en ellos y los padres que han pagado los estudios se han llevado esta mañana una decepción al escuchar la respuesta de la Conferencia de Rectores al escándalo. El presidente de la CRUE se ha limitado a reconocer la gravedad de los hechos, a pedir la dimisión de Cifuentes -sin citarla- y a decir que no pueden hacer nada más porque ya está en manos de la Fiscalía… ¿Y el desgaste de la Universidad? ¿También está en manos de la Fiscalía?

El caso Cifuentes ya no es solo el máster de Cifuentes, es un escándalo que levanta serias sospechas sobre la existencia de estudiantes de primera y de segunda. Es un escándalo que nos ha hecho ver que en la Universidad hay miedo a denunciar estos abusos e incomprensión con el que da el paso y denuncia, como reconocían este mismo lunes en la SER profesores y estudiantes de la rey Juan Carlos.

Esas dudas no se van a resolver en los tribunales. Necesitan respuestas que, al menos hoy, no ha dado la CRUE. Los estudiantes siguen esperando.