“Compartimos información cada vez que interactuamos en una app o en una red social”

Madrid

¿Saben demasiado las empresas de nosotros? ¿Somos demasiado ingenuos al compartir nuestros datos? ¿Cómo utilizan las organizaciones la información que obtienen a través de internet, de aplicaciones móviles o de redes sociales? En el pasado SER Consumidor entrevistamos a dos expertos en ciberseguridad y protección de datos.

Daniel Fírvida, coordinador del servicio de ciberseguridad del INCIBE, el Instituto de Ciberseguridad, explicó: “Desde luego, las empresas saben muchas más cosas de las que nosotros somos conscientes. Cada vez que navegamos por internet, vamos compartiendo información: hay una serie de información que damos voluntariamente y de la cual somos conscientes, pero también otra mucha información de la que no somos conscientes. Muchas veces se recomienda, por ejemplo, deshabilitar el GPS u otros tipos de sistemas que nos van posicionando. Los enlaces que estamos visitando en una red social, cuando compartimos la noticia, dibujan el perfil que nosotros tenemos, la identidad digital que podemos estar creando, y que dice mucho de nosotros”.

“Lo primero que hay que hacer es ser conscientes de esta situación: compartimos información cada vez que interactuamos en una aplicación, en una red social, etc. Es muy importante tomarse la molestia y hacer el esfuerzo de ver cuáles son esas opciones de privacidad que las aplicaciones y las redes sociales nos están permitiendo, y aprender a configurarlas de acuerdo a nuestros intereses y a la importancia que nosotros le estamos dando realmente a esa información personal”.

Sobre los contratos de términos y condiciones, Fírvida comentó: “son cuestiones que parece que no están claras, no deja de ser una especie de contrato legal con cláusulas que no entendemos, pero independientemente, no solo el aceptar, sino un error común como dar permisos a través de las redes sociales a aplicaciones de terceros para compartir información de nuestra red social. El típico juego al que permite acceder a nuestra lista de contactos. Bueno, si realmente tenemos mucho interés en ese juego, y creemos que nuestros contactos no van a tener ningún problema, lo aceptamos. Pero en el momento en el que dejemos de utilizar ese juego, retiremos los permisos. Es un esfuerzo constante y todos los ciudadanos debemos de preocuparnos de esa privacidad que tenemos y de la información que están obteniendo otros gracias a nosotros”.

Pedro Colmenares, subdirector de inspección de datos de la Agencia Española de Protección de Datos, añadía: “En términos generales, creemos que nuestros datos están suficientemente protegidos. Una de las caras de la Agencia es esa cara de control o de régimen sancionador, pero también habría que pensar en todas las que no ponemos porque en la mayoría de los casos no hay vulneraciones”. Y explicó los tres pilares en los que basaba la seguridad en la protección de datos: las personas, que tenemos que ser conscientes de dónde estamos navegando y qué rastro estamos dejando; las entidades que recaban datos, y creo que podemos decir que, al menos en el caso de España, la inmensa mayoría de las entidades son responsables, saben de gestión de datos y respetan el tratamiento de los datos de terceros; y las autoridades de control”.

Colmerares insistió en que, como cuestión de principios “nuestros datos son siempre nuestros. Otra cosa es que cedamos el uso de los datos a un tercero para que haga una determinada utilización. Cuando los damos, tenemos que exigir al menos tres cosas: que nos diga exactamente qué datos quiere, que nos diga para qué los quiere; con qué finalidad los va a usar; y que me diga durante cuánto tiempo va a necesitar esos datos. Yo cedo los datos a un tercero para que los use para una cosa y durante un tiempo. Si los va a ceder a un tercero, me lo tiene que decir, y además esas empresas van a estar sometidas a esos mismos límites".