"Pasamos de ser el motor del sistema económico a ser las ovejas"

Madrid

El periodista especializado en consumo Jordi Sabaté formula en su última publicación: 'El libro negro del consumo', una rotunda denuncia sobre las innumerables amenazas de estafa, engaño o fraude que sufre el consumidor en nuestro país.

El etiquetado de los alimentos, la publicidad o los argumentos de venta de productos bancarios, son solo algunos de los elementos de los que se sirve el actual sistema económico para perpetuarse casi siempre a costa de los usuarios, perdidos en un laberinto con una incierta salida.

En opinión de Sabaté, el desmoronamiento de la sociedad industrial y la llegada del capitalismo especulativo han acabado con la sociedad de consumo tal y como la conocíamos. El cliente ya no tiene siempre la razón, el bienestar del consumidor ha dejado de ser un elemento clave para el sustento de la economía y, en consecuencia, los ciudadanos están cada vez más indefensos ante los crecientes intereses empresariales.

De entre los múltiples sectores que promueven este desequilibrio a Sabaté le preocupa especialmente el farmacéutico: la compra de patentes que permite multiplicar los precios, las presiones para obtener subvenciones multimillonarias y, en definitiva, la explotación de situación de vulnerabilidad de los pacientes.

Como ejemplo de esta última realidad, Sabaté se ha referido a los fármacos sintéticos, derivados de la heroína que fueron recetados por médicos de cabecera en los Estados Unidos durante toda una década y que han provocado numerosísimos casos de adicciones y están detrás de las muertes de personalidades como Prince, Phillip Seymour Hoffman o Tom Petty.

Desafortunadamente, en el ámbito del consumo la legislación camina varios pasos por detrás de la ambición de las empresas, aunque no todo es negativo: Sabaté mantiene que el poder de revertir la situación está en nuestras manos.

Cada vez son más las asociaciones de consumidores y los movimientos y campañas sociales que, a través de la presión sobre los legisladores, exigen que se restablezca el equiibrio en nuestros actos de consumo.