Javier Rey, de Fariña a los viajes en el tiempo

Málaga

Se ha convertido en el 'narco' por excelencia de la ficción española, gracias a su papel de Sito Miñancos en Fariña, la serie de Antena 3 que ha sido todo un fenómeno de la temporada. Su actuación ha sido el descubrimiento del año. Javier Rey es uno de los nuevos nombres que han entrado con fuerza en la ficción española. De la tele, donde había hecho Velvet, Isabel, Hispania... ahora tiene su primer protagonista en la gran pantalla.

"Lo estoy viviendo con muchísima tranquilidad y estoy muy feliz con que salga la película", explicaba el actor sobre este momento de auge en su carrera que está viviendo a sus 38 años. En el Festival de Cine de Málaga  ha presentado, junto a María León, Sin fin, un drama romántico con viajes en el tiempo. La cinta es el debut de los hermanos Alenda en el largometraje y tiene una propuesta atrevida, la de utilizar la ciencia para solucionar los conflictos de pareja. Algo que ya veíamos al inicio de este festival con Las leyes de la termodinámica, pero que en Sin fin se torna mucho más intenso y reposado.

Este gallego, hijo de pescador, que llegó casi por casualidad a la actuación, ya había aparecido en títulos como Kiki, el amor se hace, o 8 citas, pero la llegada de Sin fin ha coincidido con Fariña. "A veces la vida del actor cuando se juntan muchos proyectos en emisión no significa que estés haciendo todos a la vez. Llevamos mucho tiempo con esta película y ahora es un momento de felicidad total presentarla aquí", añadía. 

Javier Rey interpreta a un estudiante de doctorado convencido de que los viajes en el tiempo existen y que utiliza su invento para viajar desde el futuro y recuperar a la mujer de la que está enamorado y a la que no ha sabido retener, repitiendo el viaje del día que la conoció. Rey maneja bien el registro de galán, en este caso, un galán nerd con problemas para expresar los sentimientos, algo que parece la tónica común de muchos de los personajes masculinos que hemos visto en la sección oficial. Ahí queda el hippie irresponsable de Sacristán en Formentera Lady, el nerd cobarde de Vito Sanz, en Las leyes de la termodinámica, o el cuarentón sobrado de Raúl Arévalo en Memorias de un hombre en pijama, o los machirulos inaguantables de El mundo es suyo.

"Es un cine de pequeños detalles, hecho sin pudor", explicaban los directores de una cinta que se sitúa más cerca de los códigos del cine independiente, vistos en películas como Blue Valentine o incluso Olvídate de mí, que de la comedia romántica o en la ciencia ficción. El macguffin científico es la excusa del guion para ahondar en qué acaba con el amor, que rompe una pareja y qué es lo que la puede volver a levantar.

Javier Rey puede presumir de haber quitado protagonismo en este certamen, nada menos que a Alejandro Sanz. El cantante es el gran ausente del festival, que acoge esta noche el estreno mundial de un documental sobre su vida y su carrera: Sanz: lo que fui es lo que soy. Una proyección que ha agotado las entradas pero que no tendrá al artista ni en la alfombra roja, ni cerca de los fans.