Es la historia del PP

Madrid

Falsificar un máster y mentir no es motivo de dimisión, robar dos botes de crema en un supermercado, sí. Un serio y ruguroso trabajo de investigación periodística no acaba con la carrera de quien falsificó y mintió pero un periódico digital al servicio de las cloacas de la política sí lo consigue. Aquí les dejo esta materia para reflexión.

Pero lo cierto es que el vídeo hecho público esta mañana por Ok Diario ha sido la puntilla para Cifuentes que se había agarrado al sillón de su despacho mintiendo sin pudor aunque todas las evidencias del máster demostraran precisamente eso, que mentía. Ella, agarrada al sillón y Mariano Rajoy haciendo gala de su cachaza sin obligarla a dimitir por decencia política. Es la historia del PP.

Mariano Rajoy dejó pudrir el caso máster, como deja pudrir todo, porque era lo mejor para su estrategia, hasta que las cloacas del propio partido han sacado de un cajón la imagen más humillante de Cifuentes robando en un Eroski y Rajoy ha dicho que hasta aquí podíamos llegar, y ha precipitado lo que se iba a producir de todas maneras, la dimisión. Si hubiera reaccionado antes, nos hubiéramos evitado el episodio que dispara directamente contra la dignidad de una persona, Cristina Cifuentes.

Hoy hemos, visto, sin duda, la peor cara de la política. Como un partido puede pudrirse por dentro como lo ha hecho el PP madrileño, convertido en una ciénaga de corrupción, vendettas y prácticas más propias de la mafia. Y la peor cara de una dirigente política que, además de la cleptomanía, debe tener otra patología, la que la lleva a mentir compulsivamente. Cristina Cifuentes ha mentido también en sus explicaciones sobre el robo de las cremas, pero es que además no ha asumido ninguna responsabilidad política. La culpa es de todos menos de ella, que sigue presentándose como una pobre víctima.

De verdad, hoy ha sido un día cargado de vergüenza y demoledor para la credibilidad de las instituciones en este país.