Ana Botín: "Hace diez años le diría que no era feminista, hoy le digo que sí"
La presidenta del Banco Santander defiende que las mujeres se merecen "más sitio" y cree en la discriminación positiva
Sobre Cataluña, Ana Botín llama a "volver a enamorar a los catalanes del proyecto español" para superar la situación actual
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Ana Botín, presidenta del Banco Santander, ha llamado a "volver a enamorar a los catalanes" del proyecto español. Botín, en su primera entrevista con un medio audiovisual desde que accedió al cargo, hace cuatro años, ha defendido en una entrevista con Pepa Bueno en la Cadena SER que las mujeres “nos merecemos tener más sitio”. Botín, una de las mujeres más poderosas del mundo, se considera feminista, cree en la discriminación positiva y admite que aún hay “mucho que hacer”. Más de la mitad de los empleados del Banco de Santander son mujeres pero solo el 20% están en puestos directivos: “Mi objetivo es que en el 2025 el 30% de los puestos directivos sean de mujeres”.
Ana Botín, presidenta del Banco Santander, muy buenos días. Gracias por estar en la SER, bienvenida a esta edición especial de `Hoy por hoy´. Hoy en la Universidad de Salamanca, como recordábamos en la portada, se reúnen rectores, 700 rectores, más de 700 rectores, que representan a más de 600 universidades, y a diez millones de universitarios, en fin, todos ellos funcionan en red en el programa `Universia´, bajo el mecenazgo del banco que usted preside. A esta hora, señora Botín, nos escuchan muchos padres y muchas madres, y muchos jóvenes, que están pensando y preguntándose sin este mundo, en esta economía digital, la Universidad sigue siendo el instrumento adecuado para el conocimiento, y el instrumento adecuado para el progreso y la mejora de las sociedades. ¿Usted qué les diría?
Yo estoy convencida, y lo digo muchas veces, que la educación no es todo, pero es casi todo, y que realmente es el mejor ascensor social que tenemos. Creo que podemos estar muy orgullosos de lo que ha hecho la universidad española, y parte del éxito, parte muy importante del éxito de España en las últimas décadas, ha estado en lo que ha dado la universidad. Tenemos una gran universidad y como vamos a hablar en los próximos días no sólo en España sino en el mundo tenemos que seguir innovando para estar cerca de los jóvenes y estar seguros que les damos lo que ellos necesitan para triunfar.
Pero ese ascensor, ¿sigue funcionando o se ha averiado?, porque ésta es una pregunta muy recurrente en este momento porque ¿la educación sirve hoy para combatir la desigualdad? La brecha entre los más ricos y el resto se agiganta en los países desarrollados, y aquí, en España, muchos de que no se nos escuchan ahora saben que sus títulos no les están garantizando un empleo digno, un sueldo decente. ¿El ascensor se ha averiado o qué le pasa al ascensor social?
Yo creo que el ascensor sigue funcionando, pero debería funcionar mejor, y esto lo sabemos todos, y esto va de una educación que creo que estamos en un momento de cambio, como yo creo que nunca hemos visto, hemos visto otros momentos de cambio, pero el cambio exponencial que estamos viviendo, es algo único y, por tanto, requiere soluciones también diferentes, pero los datos están ahí. La universidad es un gran instrumento para, no sólo formarse culturalmente sino también económicamente, y, por tanto, tenemos que invertir más, yo creo que a futuro tenemos que ser capaces y, además esto es lo que la sociedad nos pide, de cuál es el modelo para que igual que esta universidad que celebra ochocientos años, Salamanca fue líder, España y las universidades españolas líderes en el siglo XV, y yo creo que, estamos muy bien, pero podemos mejorar y tenemos que hacerlo.
De puertas para adentro, porque hablamos siempre del mundo que esperan los titulados cuando salen a la calle, pero la propia universidad tiene que pensar y reformarse ¿no?, tiene que conectarse con el mundo contemporáneo y conservar esa capacidad de ser conocimiento y tradición, las dos cosas.
Totalmente, la universidad española, y muchos rectores, yo tengo ocasión de estar con ellos a menudo, los rectores muchos de ellos quieren hacer más cosas, quieren un cambio, saben el cambio que necesita la universidad, y lo están proponiendo. Se está proponiendo una nueva ley universitaria, y pienso que es fundamental; esto no puede ser una cuestión política, hay que buscar el consenso político, pero es una cuestión de toda la sociedad y, por tanto, yo creo que es una responsabilidad enorme que tenemos de realmente, en lo que podamos, colaborar para que se de esa nueva ley que permita a España estar donde queremos que esté.
¿Qué papel deben jugar las empresas privadas, en fin, un banco de la potencia como el que usted preside en ese proceso?
Yo creo que todos tenemos un papel que jugar, cada uno a nuestro nivel, y el Santander, y yo misma, creemos que la educación es algo tan importante que es lo que más tiempo dedicamos, dedicamos muchos recursos, somos la empresa privada en el mundo que más recursos dedica a la educación. Solo a título de ejemplo, el año pasado dimos 45.000 becas, invertimos 182 millones de los cuales en iniciativas sociales, de los que 130 fueron a Educación. Creo que cada uno tenemos que aportar nuestra parte.
Usted decía, y pese a las apariencias, pese a que efectivamente hay muchos titulados universitarios no encuentran un empleo proporcional al esfuerzo que ha hecho su familia, y que ha hecho de él mismo, usted decía hay que confiar en la Universidad, de puertas para dentro esa reforma que de la que hablamos, ¿y de puertas para fuera, se puede hablar de salida de la crisis con esta precariedad laboral que sufre España?
Yo creo que España ha hecho un enorme esfuerzo, los españoles han hecho un enorme esfuerzo durante la crisis. España hoy es mucho más admirada fuera que dentro. Yo siempre digo que España es un gran país, los españoles tenemos que confiar más en nosotros mismos, porque somos mejores de lo que pensamos, habiendo dicho esto, yo creo que hasta que todos los españoles que quieran trabajar no tengan trabajo, y un trabajo digno, no podemos darnos por satisfechos, creo que esta es la siguiente etapa, pero no hay duda de que España está creciendo por cuarto año consecutivo, creando puestos de trabajo, y tenemos que aspirar a que creemos mejores puestos de trabajo, y ahí está el rol de la educación y de la universidad.
Sí, y la responsabilidad de las empresas, de las grandes empresas, de los grandes bancos incluidos, tienen beneficios, han superado la crisis; está bien, es importante que los negocios funcionen en un país, pero, claro, ¿qué compromisos adquieren con la sociedad o cree usted que deben adquirir con la sociedad aquellos que ya están en beneficios mientras la sociedad, sobretodo la clase media ve recortadas sus expectativas?
Lo primero, yo creo que las empresas tenemos un fin social. Nuestro fin, en el caso del Santander, es ayudar a las personas y a las empresas a progresar; yo siempre digo que tan importante como lograr beneficios es la manera de conseguirlos y, para nosotros, si me pregunta usted en qué Santander se quiere diferenciar de otras entidades financieras, queremos que todo lo que hacemos, somos 200.000 personas en el mundo, es hacer las cosas de manera sencilla, personal y justa. ¿En qué contribuimos? En puestos de trabajo, en impuestos, el año pasado el Santander pagó casi 8000 millones de impuestos en el mundo, de los que 2300, 2270 exactamente, en España, además, y creo que esto es muy importante, subimos los sueldos a la plantilla en España a aquellas personas que ganan menos un diez por ciento. 3200 personas tuvieron subida del diez por ciento en base a productividad, y hay que acordarse que las empresas para poder cumplir con nuestro fin social tenemos que generar beneficios, pero hacerlo de manera justa y, en primer lugar, justa con nuestros empleados, y esto me parece importantísimo.
Usted ha dicho `a medida que avance la revolución digital, el éxito no se va a medir sólo en función de crecimiento y beneficios; el éxito se medirá por la confianza del público, su opinión hacia nuevos negocios como los nuestros´, se refiere al negocio de la banca. Pues tienen trabajo, señora Botín, porque la crisis del 2008, de la que se cumple una década, ha dejado dañada la reputación de todas las instituciones, eso es verdad, pero la de la banca, muchísimo. En España vivimos la quiebra de las cajas de ahorro, los desahucios, las preferentes, las cláusulas suelo... ¿cuál es la fórmula para recuperar el crédito social que han perdido ustedes? Independientemente de la responsabilidad concreta de cada entidad haya tenido en todo esto que describo, pero han perdido mucho crédito social y hay desconfianza hacia el sector por parte de la ciudadanía, ¿cuál es su fórmula?
Lo primero que quiero decir es que no todas las instituciones financieras son iguales, esto es importante. Creo que los bancos en concreto tenemos una función social muy importante, que es, en nuestro caso, ayudar a este progreso y no hay duda de que tenemos que perseguir un fin que no es sólo generar beneficios. Para mí los beneficios son una consecuencia de hacer las cosas bien para nuestros empleados, por cierto, incluyendo la mujer la diversidad es fundamental, para nuestros clientes porque un empleado motivado va a hacer un mejor trabajo para el cliente, y si el cliente confía en nosotros, toda la estrategia del Santander, desde que yo estoy al frente al menos, es conseguir que el cliente quiera que Santander sea su banco, nos traerá más negocio, daremos un retorno al accionista, quiero recordar que tenemos cuatro millones de accionistas, muchos accionistas que viven del dividendo, y, finalmente, esto puede revertir en la sociedad con la inversión que hacemos en educación y este es un círculo que llamamos un círculo virtuoso, esto es un buen negocio, esto es un negocio sostenible, un negocio responsable. Mi aspiración es esa, que el Santander sea un banco responsable.
¿Se equivocó en algo la banca en los prolegómenos que desembocaron en la crisis del 2008, a su juicio?
El sector financiero cometió errores, yo lo he dicho muchas veces, habiendo dicho esto, yo creo que hemos pasado diez años en que el sector se ha reformado, no hay duda, yo estoy convencida, que Santander va a ser uno de esos bancos que va a conseguir ser, sé que son dos palabras que no suelen ir juntas, un banco responsable con todos: con sus empleados, clientes, accionistas, y la sociedad, y es algo en lo que estamos trabajando mucho. Tengo que decir que estoy muy orgullosa de mi equipo porque realmente cada día hacen un esfuerzo importante para conseguirlo.
Mencionaba a las mujeres hace unos minutos, es usted una de las mujeres más poderosas del mundo, está en un lugar donde no suele haber muchas mujeres, donde se toman las grandes decisiones, ¿usted percibe también un trato diferente ahí arriba donde está usted, tan solita, percibe un trato diferente, una expectativa distinta cuando quién está al mando es una mujer?
Yo creo que, primero, yo creo que una posición como la que tengo, lo que yo siento una enorme responsabilidad. Yo me suelo definir como una persona optimista pero que me preocupo todo el tiempo, estoy siempre preocupada de qué es lo que va a pasar, cómo mejorar, y esto es un poco lo que intento con mi equipo también, y no hay duda que las mujeres nos merecemos tener más sitio, pero yo siempre digo que más allá de que nos ayuden, que nos dejen espacio, es conseguir que el mundo que todavía hoy está dirigido por hombres, esta es la realidad, en el propio banco Santander, tenemos más de la mitad de la plantilla son mujeres, pero solo el 20% están en puestos directivos, algo no funciona.
¿Y qué está haciendo para combatirlo?
Pues estamos haciendo muchas cosas, pero esto no se soluciona de un día para otro, y para conseguir que la manera de hacer las cosas también incorpore la manera de hacer las cosas de las mujeres, tenemos que estar más presentes en puestos directivos. Yo me reúno con mujeres, hacemos un montón de estudios, vemos qué se está haciendo en otras empresas, pues, por ejemplo, conseguir que para los puestos directivos cuando se toma la última decisión, de los dos últimos candidatos, haya una mujer y un hombre.
¿La discriminación positiva?
Exactamente, yo creo mucho en la discriminación positiva y la estamos practicando en el banco. Estamos mejorando y nos hemos puesto como objetivo para el 2025 llegar a un 30% de mujeres en puestos directivos, en el Consejo ya tenemos lo que es mejor práctica en Europa, con un 35% de mujeres, y hay mucho por hacer.
¿Usted se considera feminista, se definiría así?
Si me hubiera hecho usted está pregunta hace diez años, le hubiera dicho que no, y hoy le digo que sí porque, al final, me ido dando cuenta de que existe discriminación, y que las mujeres necesitan que les ayudemos, necesitamos ayuda, y, por cierto, sobre todo, de los hombres porque son los que mandan.
Y tienen que renunciar a algo para que se reparta el poder
Bueno, yo creo que más que renunciar, que en casos individuales es evidente, pero como conjunto ganamos todos; los hombres ganamos todos si las mujeres tenemos más responsabilidad. Esto es buen negocio, es bueno para todos y hay que hacerlo, no tenemos opción.
El día de la sentencia de La Manada publicó usted un tuit en el que hablaba de retroceso para la seguridad de las mujeres, ¿sintió ese día la necesidad de mostrarse solidaria con las mujeres, sintió ese impulso muy general?
Pues esto de estar en Twitter te genera como una necesidad de dar tu opinión. Quiero decir que respeto total y absolutamente la acción de la justicia y la independencia, pero, en ese momento, sentí la necesidad de decir algo como mujer y como ciudadana, y la consecuencia de esa sentencia, que, insisto, respeto absolutamente, es lo que decía: un retroceso para la seguridad de las mujeres, y me pareció que el artículo que me había mandado una amiga americana pues ayudaba a entender qué es lo que estaba ocurriendo, y esto es lo que hice.
¿La mete en dificultades esto de estar en las redes sociales?
Al final hay que hacer siempre un balance: consume tiempo, pero creo que es muy bueno escuchar; es muy bueno conectar con personas con las que normalmente no tengo ocasión de conectar, y esto va de escuchar y de llegar a personas que normalmente no tendría ocasión de hacerlo.
Por cierto, a propósito de la revolución tecnológica, ¿cómo están viviendo los bancos la aparición de competidores no bancarios, las tecnológicas financieras, cómo lo viven?
Yo tengo una opinión bastante clara sobre este punto. Primero, soy una firme defensora de la innovación y del progreso que trae la innovación, y me encanta la competencia, pero la competencia justa, y creo que tenemos que llegar a una nueva gobernanza en el mundo, una nueva gobernanza en la era digital y no estamos ahí, y no es fácil, pero hay que hacerlo, y esta nueva gobernanza implica que la regulación y las normas deben estar pensadas en base a lo que haces y no a quien eres, es decir, si tu gestionas millones de datos, la regulación debería ser la misma para cualquier empresa, porque estamos hablando de algo muy serio que es la privacidad de las personas, y el acceso a los datos, y lo que esos datos implican para mis accionistas, por lo tanto, hay un montón de consecuencias de lo que está ocurriendo y tenemos que llegar a una conclusión. Por cierto, en estos días estos 700 representantes universitarios, y creo que la universidad tiene un papel fundamental en el diseño de la nueva gobernanza, y nos tienen que ayudar, pero todos tenemos que participar para llegar a un modelo que sea justo, que sea justo para todos, porque se habla mucho de la globalización y los efectos en la desigualdad, pero lo que más desigualdad está generando, más que la globalización, es el nuevo modelo digital, que favorece a unos y perjudica a otros. Y esto es un poco lo que tenemos que resolver.
Elaborar una arquitectura legal y técnica, porque hemos visto el caso reciente de Facebook con la filtración de datos personalísimos, muy pocas empresas han penetrado en nuestra vida de una manera tan global y no sabemos muy bien qué pasa con nuestra intimidad.
Totalmente. Y volviendo al tema de la universidad, lo que podemos buscar en la universidad en el futuro es que nos enseña a los ciudadanos a tener esos valores éticos, ese marco en el que debemos movernos en la era digital, donde las normas son muy diferentes. Y este es uno de los aspectos más importantes que tenemos que resolver. Tenemos un problema y hay que solucionarlo.
Cuando en enero recibió la Medalla del Oro como empresaria del año por parte de la patronal catalana apeló a la recuperación del seny, y no parece que vayan por ahí las cosas. Hoy sabemos que se prolonga la aplicación del 155 y que el president Torra había diseñado un gobierno que incluía a presos y fugados, y esta cronificación de la crisis puede hacer un daño serio a la economía porque, de momento, daño a la economía no le está haciendo, ¿qué puede ocurrir, a su juicio?
Yo quiero decir, y estoy hablando seguro por muchos españoles, que queremos a los catalanes, queremos a Cataluña, y que hay muchas más cosas que nos unen que las que nos separan, y la obligación y responsabilidad de todos es buscar esa solución, y volver como decía un amigo catalán `volver a enamorar a los catalanes del proyecto español´. Es un gran proyecto, es un proyecto en el que yo tengo gran confianza porque conozco la creatividad, el esfuerzo y la capacidad de hacer cosas que tenemos y, por tanto, creo que es una cuestión de trabajar juntos para encontrar esa manera de volver a atraer a todos los catalanes hacia el proyecto de España, que es un gran proyecto.
Habrá quien esté pensando, claro, la señora Botín lo ve todo posible y optimista, es la presidenta del primer banco español, uno de los bancos más importantes del mundo, es fácil verlo así. ¿Usted comparte esta visión que hacemos los periodistas de que la crisis catalana, los casos de corrupción, la parálisis legislativa, hay cierta desesperanza social? Usted dice que hay que recuperarlo pero cuando no se llega a final de mes, cuando los hijos no encuentran trabajo, cuando volvemos a tener una burbuja de alquiler, decimos ¿no hemos aprendido nada del sufrimiento del que venimos?
Soy muy consciente de que esto es así y creo que tenemos que hacer un esfuerzo enorme para que llegue a todos los recuperación, y esto no ha sido, pero hemos conseguido mucho, y lo que ha conseguido España en los últimos años es algo admirable porque estábamos en una situación y hemos visto que las soluciones fáciles no funcionan. Hemos visto lo que pasa en Grecia, en Venezuela en los últimos días, entonces, yo creo que el sistema funciona pero hay que mejorar el sistema, y volvemos al tema de la universidad. Tenemos una gran universidad y los propios rectores y universitarios saben que hay que hacer más, igual que yo sé que hay que hacer más en el banco. Desde mi posición, yo lo que puedo hacer es ayudar a que seamos responsables, que apliquemos transparencia y ayudemos a las personas en todo lo que podamos. Por supuesto que sabemos que es duro y que sabemos que hay gente que no llega a final de mes, pero a nuestro nivel estamos mejorando salarios, mejorando los productos que ofrecemos y mejorando la manera de hacer las cosas. Se puede hacer, tenemos los ingredientes para hacerlo, pero hay que trabajar y hay que ponerse a ello.
Hablamos de la crisis del proyecto español, pero anda que la crisis del proyecto europeo...para garantizar su supervivencia, el mejor proyecto colectivo que ha habido nunca en el continente, que es el proyecto europeo, para garantizar su supervivencia ante nuevas crisis, ¿por qué se inclinaría, por crear mecanismos de solidaridad entre todos los países, como propone Macron, o por insistir en el equilibrio presupuestario y la austeridad, como propone siempre Alemania, como propone Merkel?
Tengo que decir que yo estoy más del lado de Macron, pero entiendo también a la señora Merkel, y a la señora Merkel yo, en varias reuniones, le hice exactamente el mismo argumento que acaba usted de hacer. Yo le dije `señora Merkel, si yo tengo una empresa en Valencia que exporta, que esto fue una crisis en 2012, con un modelo competitivo, con una empresa alemana que está en Frankfurt, resulta que porque el riesgo España está mal visto, yo, Santander, no puedo prestarle al mismo tipo de interés que un banco alemán a la empresa que hace exactamente lo mismo y tiene el mismo margen, esto cómo lo solucionamos? Esto no es justo¨. Bueno, no me respondió, por tanto, hay que eliminar ese riesgo soberano porque en la próxima crisis, que la tendremos, no podemos permitirnos que ocurra lo mismo. Han desaparecido empresas y puestos de trabajo que no deberían haber desaparecido, y han desaparecido, no porque el empresario no fuera competitivo o no hubiera hecho bien las cosas, sino porque como país España estaba mal visto, nos afectaba a los bancos y esto afectaba a mis clientes, y por tanto esto es muy serio, y hay que arreglarlo. Por tanto, el presidente Macron tiene absolutamente razón, que hay que sacar el elemento del riesgo soberano de la ecuación, y esto solo se consigue de alguna manera compartiendo el riesgo entre toda Europa.
Mutualizando la deuda...
Mutualizando la deuda, pero también exige responsabilidad por parte de los países, ojo, lo que no podemos luego es no hacer lo comprometido y no seguir con la reformas, hay que seguir profundizando en las reformas, y llevamos unos años en España en las que se han hecho reformas, que han sido todas ellas muy positivas pero no suficiente, hay que seguir, para que en España llegue a todos.
En España, reforma viene ser sinónimo de recortes
Yo he dicho muchas veces que en la universidad, por ejemplo, hay que aumentar los recursos, y yo sé que los rectores saben las reformas que hay que hacer y saben, y yo apoyo totalmente, que debemos aumentar los recursos a la educación.
Yo decía que hay que devolverle a la palabra "reforma" su sentido original porque en los últimos años la dejan completamente contaminada con los recortes. Celebramos el 800 aniversario de esta universidad, la Universidad de Salamanca, que tuvo la primera biblioteca pública del estado español. Ana Botín lee, ¿le da tiempo a leer?
Sí, llevo muchos libros, los empiezo a leer y luego nunca los termino del todo. Ahora estoy leyendo sobre una mujer extraordinaria que fue Katherine Graham, editora del Washington Post. Es un libro un poquito gordo, y ahora lo estoy releyendo para inspirarme, y también estoy leyendo un libro que es de un americano, Jaron Lanier, que dice quién es dueño del futuro, `Who Owns the future´, que ayuda mucho a entender qué está pasando con estas plataformas digitales, y me refería a ella hace unos minutos.
¿Le gusta la biografía de Katherine Graham?
Me gusta que es muy personal, explica un poco el proyecto de empresa desde el punto de vista personal, y esto es algo muy interesante porque, como mujer, me ayuda a entender qué es lo que le hizo tener éxito.
Ana Botín: "Hace diez años le diría que no era feminista, hoy le contesto que sí"
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IV Encuentro Internacional de Rectores Universia
Ana Botín asiste este lunes en Salamanca a la inauguración del IV Encuentro Internacional de Rectores Universia, al que está prevista la presencia de más de 700 rectores y representantes académicos, personalidades de la política, la empresa, e instituciones nacionales e internacionales.
El IV Encuentro Internacional de Rectores Universia se celebrará en la ciudad dentro de los actos programados con motivo del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca y ofrecerá, bajo el lema 'Universidad, Sociedad y Futuro', un espacio de debate en el que expertos de todo el mundo profundizarán en las claves de la Universidad, su presente y futuro inmediato.
El debate se centrará en tres ejes temáticos de especial interés para el mundo académico: 'Formar y aprender en un mundo digital'; 'Investigar en la Universidad, ¿un paradigma en revisión?', y 'La contribución de la universidad al desarrollo social y territorial'.