Quizás no eran tantos como decían

Madrid

Las primarias del Partido Popular no parece que estén emocionando excesivamente a sus militantes. A día de hoy solo se han inscrito para poder votar poco más del 7 por ciento de los 860 mil afiliados que dice tener el PP, y se ha cerrado ya el plazo, antes de las votaciones del 5 de julio.

Son poco más de 66 mil las personas las que van a votar en esta primera prueba de democracia interna impulsada por el Partido Popular, con la voluntad de escenificar su regeneración. Es posiblemente la votación más importante de su historia, y los afiliados le dan la espalda. Habrá que preguntarse por qué.

En cualquier caso las primarias siempre son una sorpresa, y hay ejemplos muy recientes. Si además la participación es tan baja, hacer previsiones parece imposible, dicen los que saben que las encuestas en primarias son muy difíciles, con un censo tan bajo puede pasar cualquier cosa, se sabe como empiezan pero no se sabe como acaban. El PP presumía de su potencia militante, pero a la hora de la verdad se quedan sin nadie, quizás no eran tantos como decían.

Además, es muy difícil diferenciar el mensaje de los candidatos, no hay debate ideológico, y el elemento fundamental para decidir el voto puede ser el emocional, las simpatías y las antipatías. Parece claro que ninguno de los tres principales representan la regeneración, ni siquiera Casado, por aquello de la edad, por qué en su mochila lleva la sospecha del máster.

Y queda la gran incógnita, la indiferencia de los militantes ante la elección del recambio de Mariano Rajoy se va a trasladar a la indiferencia de los tradicionales votantes del PP cuando haya elecciones. Los populares tienen motivos para la preocupación.

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