Seguirán siendo los mismos

Madrid

Dentro de unos minutos, una hora u hora y algo es posible que conozcamos el nombre del elegido por los militantes del Partido Popular como nuevo líder del partido, quedará todavía un trámite, el Congreso y el voto de los compromisarios a los que solo se someterán los dos que mejores resultados obtengan en la consulta de hoy.

Ya saben que los militantes inscritos para votar son algo más de 66 mil, después de que descubriéramos que eso de los 800 mil militantes que tenía el partido era del todo falso. Tanto tiempo vendiendo la grandeza y a la hora de la verdad van a votar menos de lo que lo han hecho en cualquier otro partido que ha recurrido a las primarias. Porque esta es otra. Primarias en el PP, que ahora se llena la boca de democracia interna. Y es que no les ha tocado otra, el anterior líder, Mariano Rajoy, conocido mundialmente por ponerse de perfil, lo ha hecho también con su sucesión, se ha quitado de en medio y ni siquiera hoy ha ido a votar.

El resultado es una incógnita, veremos cómo votan los diferentes PP's porque de lo que se trata es de calcular los apoyos que tiene cada uno de los candidatos, porque se trata de votar a las personas, no de votar a los proyectos. No ha habido, por parte de los tres principales candidatos, ni un intento por contar qué PP quieren o de qué PP se quieren alejar, nada de debate ideológico y, por supuesto, nada de debate sobre la corrupción, el motivo por el cual hoy el partido está descabezado y celebrando estas primarias, de hecho, ni siquiera ha habido debate entre los candidatos.

Así que esta noche sabremos quién gana, pero no sabremos qué gana el partido con su nuevo líder. Ninguno de los tres, Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal o Pablo Casado, representan la regeneración que tanto necesita. Todos están unidos al pasado del partido, aunque intenten distanciarse. Le habrán dado una mano de pintura con las primarias, pero no han puesto en marcha una renovación en serio así que seguirán siendo los mismos, aunque bailen los nombres.