Preguntas que se quedan sin respuesta

Madrid

Otro máster irregular, esta vez el cursado por la Ministra de Sanidad, Carmen Montón. Las presuntas irregularidades las ha desvelado hoy eldiario.es y se ha repetido la secuencia conocida: información, explicaciones y preguntas que se quedan sin respuesta.

Es verdad que ha habido celeridad en las explicaciones de la Ministra, es verdad que ha mostrado algunos documentos y correos electrónicos, pero también es verdad que no ha despejado muchas de las dudas que plantea su máster, cursado también en la Universidad Rey Juan Carlos. Entre respuestas vagas, falta de memoria, falta de documentos o documentos mostrados solo en parte, la versión de la Ministra carece de la entidad suficiente para desmentir lo publicado.

De momento en Moncloa se dan por satisfechos, pero el máster de Montón es una bomba en un equilibrio tan precario como el del Gobierno de Sánchez. Montón, como antes hicieron Cifuentes o Casado, reconoce ciertos privilegios en el curso, privilegios que ninguno de ellos se cuestionó. Y si no lo hicieron quizás es porque desde lo alto de la política se debe pensar que eso es lo habitual, que su servicio público se tiene que ver recompensado con ciertos privilegios que el resto de mortales, en este caso el resto de estudiantes de máster, no tienen. A cualquiera de fuera del mundo político le llamaría la atención tantas facilidades.

Pero hay más. Una vez ante el espejo de la exclusiva periodística que saca a la luz las irregularidades, en forma de privilegios, el patrón también se repite: no se asumen responsabilidades, cuando son ellos, los políticos, los que deberían dar ejemplo de lo contrario.

La Ministra parece dispuesta a aguantar, esto también está en el guion, pero el giro puede venir de Moncloa y de su debilidad parlamentaria. A esta hora de la noche, Carmen Montón sigue siendo ministra de Sanidad y, de paso, haciéndole un favor al PP con Casado y su máster.