El patriotismo ilustrado de U2

Madrid

La ausencia de la Unión Europea en la resolución de la guerra de Siria, pese a haber sido el origen de la reciente crisis de los refugiados, demuestra el vacío de una política exterior y de defensa común.

El anuncio de Alemania de que intervendrá en caso de que se utilicen armas químicas contra los civiles no es creíble por su soledad. Juncker, en su último discurso de la Unión, ha pedido romper con la unanimidad para poder tomar decisiones con rapidez. Sin embargo, los intereses nacionales son muy fuertes. Por poner sólo dos ejemplos: España vende armas a Arabia Saudí, gran enemigo de Irán al que la Unión apoya en el acuerdo nuclear frente a Estados Unidos, y Francia e Italia mantienen su particular pulso de influencia en Libia, que sigue sumida en el caos mientras las mafias envían migrantes a nuestras costas.

Son también muestras del nacionalismo malsano que denunció Juncker y que propone combatir con "patriotismo ilustrado". Como el de los U2 que ya exhiben la bandera estrellada de la Unión en sus conciertos.