Teléfonos inteligentes, conductores estúpidos

Madrid

¿Cuántos mensajes o cuantas llamadas de los que recibimos cada día a través del móvil podríamos considerar muy relevantes, imprescindibles casi como de vida o muerte?

No parece que sean muchos, ¿verdad? Y sin embargo hay algunos de esos mensajes o de esas llamadas que pueden ser frontera entre la vida y la muerte: los que enviamos o recibimos cuando vamos conduciendo.

No me extraña que la dirección general de tráfico haya iniciado hoy mismo una campaña para combatir las distracciones al volante, y singularmente el uso del teléfono móvil.

Porque resulta incomprensible que muriendo cada año más de 500 personas en España por culpa de distracciones, muchas de ellas debidas al móvil….todavía uno de cada tres conductores reconozca que lee mensajes mientras conduce…y uno de cada cuatro, ¡¡¡que los envía!!!. Ya no hablemos de las llamadas. Así que nos topamos aquí otra vez con esa doble cara del progreso; los teléfonos móviles son una maravilla cuando te quedas aislado, tienes un problema, has de pedir ayuda, si te tienen que localizar, pero, claro, utilizarlos en marcha de forma tan temeraria ¡por favor!

El teléfono será inteligente, pero el conductor o conductora es un berzas porque se pone en peligro a él y a los demás. No será la primera vez, ni la última, por desgracia, en que un cadáver dentro de un coche después de un accidente todavía tenga el móvil en la mano o aparezca un mensaje a medio escribir. Si recordamos esa imagen y reflexionamos sobre lo absurdo de perder así la vida….igual la próxima vez lo pensamos un poquito más.