Ser rey y que todo el mundo se ría de tu nombre

Todos ocupamos un lugar en la historia, pero unos recibimos cartas peores que otros. Hoy vamos a recordar a una persona que, por razones ajenas a ella misma, es recordada como un personaje un poco risible. Al menos para mí.

Tal día como hoy, el 24 de septiembre del año 768, moría el rey de los francos. El primer motivo de su mala suerte está en su nombre: Pipino. Y si esto no era bastante risible, encima lo acompañaron del sobrenombre “el breve”. Así que pasó a los libros de historia como Pipino el Breve, un nombre que probablemente nadie elegiría para sí mismo, y menos un rey.

Para rematar el aspecto cómico de su reinado, Pipino el Breve se casó con Bertrada de Laon. Así a priori no parece un nombre muy divertido, pero mejora mucho si os digo que era conocida como Berta la del Pie Grande. La pobre se ve que tenía un pie considerablemente más grande que el otro. Así que teníamos en el trono del país vecino a Pipino el Breve y Berta la del Pie Grande.

El humor funciona a menudo por contraste, y este caso no es una excepción. Porque este dúo involuntariamente cómico tuvo un hijo que entraría con letras de oro en la historia: Carlomagno. Que claro, de nacimiento se llamaba Carlos, fue la historia que lo hizo magno, igual que hizo breve a su padre.

¿Os parece malo vuestro día a día? Consolaos pensando que no sois reyes medievales con altas probabilidades de pasar a la historia con un sobrenombre que hará reír a los escolares durante siglos después de vuestra muerte.

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