Las cadenas rotas del diablo

Madrid

Los cinco años que han pasado sin nuevas composiciones de The Devil Makes Three se han hecho largos. El trío californiano ha separado sus vidas, que no sus carreras, y las mudanzas han ido complicado el proceso creativo, el momento de juntarse a escribir canciones.

Finalmente ese momento llegó a principios de año y el resultado es 'Chains are broken', un disco que resume la esencia de su sonido al que han incorporado percusión, algo de lo que habían prescindido hasta ahora y que era la marca de su estilo. En este álbum, la banda californiana suena más profunda, con más vitalismo y menos melancolía, pero en esencia el alma sigue siendo la misma.

A pesar del tiempo y los cambios, The Devil Makes Three sigue rebuscando en la esencia del sonido americano y proyectando unas canciones poderosas de cruces de caminos, de perdedores y soñadores que fluyen entre country de tintes blues y el rhythm and blues aunque el pop y las melodías ganas peso en esta entrega que llega tras el divertido 'Redemption & Ruin', un disco de versiones que llegó a lo más alto de las listas especializadas.

En esta nueva entrega la banda apuesta por remendar su sonido, por hacerlo avanzar. No hay nada nuevo en este disco ni nada viejo, pero todo funciona. Canciones como 'Cant stop', 'Need to lose' o 'Bad Idea' son buena muestra de la fórmula de los chicos del diablo, capaces de ponerte en pie y de tumbarte con canciones como el tema de da nombre al disco o 'Paint my face', hipnótica y oscura como aquellos temas que presentaron a la banda en sus inicios. 'Chains are broken' es un disco tan necesario como The Devil Makes Three, una de las bandas más interesantes de la americana de California.