La vaca que nos trajo los rascacielos

En la vida hay veces que las cosas te salen mal por culpa tuya, y otras  te acabas viendo inmerso en una serie de desgracias por pura mala suerte. Y en este segundo apartado es complicado tener un 8 de octubre peor que el del señor O'Leary y el de su vaca.

En el año 1871 Chicago era una ciudad bastante más rural de lo que es ahora, donde ahora hay cielos entonces había pequeñas casas de madera incluso con algún pajar o establo de por medio. Todo esto lo cambió una vaca, la vaca de Patrick y Catherine tenía un mal día y no se le ocurrió otra cosa que da una patada a una lámpara mientras su dueña la estaba ordeñando, el fuego de la lámpara hizo que se incendiara de establo y de ahí pasará a las casas vecinas.

Como sabréis Chicago es conocida como la ciudad del viento este factor tuvo su parte de culpa en la rápida extensión del fuego, que estuvo activo durante 2 días y mató entre 200 y 300 personas, destruyendo casi 15000 edificios y dejando a 100.000 personas sin hogar. Se calculo que causó los daños valorados en doscientos millones de dólares, el equivalente actual a unos 3000 millones de dólares.

Pese a la devastación, Chicago fue reconstruida bastante rápidamente y pronto se empezaron a ver sus emblemáticos rascacielos. Además la ciudad triplicó su tamaño el tío en una de las más importantes de Estados Unidos. Esto no sería un gran consuelo para señora O'Leary que murió en 1895, según sus familiares murió de pena. Así que recuerda si vas a ordeñar una vaca durante el día de hoy, asegúrate que no tenga material inflamable al alcance de sus patadas.

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