Bipolares
Con cada cita electoral, las sociedades van perdiendo matices en favor de dilemas binarios y por fuerza simplistas y contradictorios
Los partidarios del partido Unión Demócrata Cristiana (CDU) reaccionan a las elecciones de primera salida durante las elecciones del estado de Hesse en Wiesbaden, Alemania / SASCHA STEINBACH (EFE)
Madrid
La polarización de los sentimientos, tan frecuentes en un clásico de fútbol, se están trasladando a la opinión pública y en cada elección los extremos ganan fuerza en detrimento de las posiciones políticas centrales. En Alemania, en otra elección regional, los dos partidos tradicionales: democristianos y socialdemócratas han vuelto a perder casi un tercio de sus votantes por posiciones más marcadas: a favor de los extranjeros y Europa, en el caso de Los Verdes, y en contra de los refugiados y por los sentimientos nacionalistas, en el de Alternativa para Alemania.
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Esos dilemas binarios, de blanco y negro, ocultan reproches y agravios individuales que solo encuentran salida por esos aliviaderos colectivos repletos de contradicciones. ¿Cómo es posible que alguien proponga como solución el uso de las armas en lugares de culto destinados a predicar la paz y la tolerancia?
